Juan Francisco Jimenez JacintoActualmente, existe un culto al cuerpo que va en aumento. Acudes al gimnasio porque te interesa que tu cuerpo mejore tanto estéticamente como en salud.
Hausenblas y Simons (2001) definen el concepto de imagen corporal como “una representación interna de su apariencia externa”. Eso significa que visualizas tu imagen teniendo en cuenta factores como la musculatura, la grasa corporal, el tamaño, el peso, etc… Todos estos factores se pueden cuantificar. Es la parte objetiva.
La parte subjetiva, más difícil de cuantificar, son los pensamientos, los sentimientos, la influencia de las tendencias sociales, las valoraciones propias y de los demás. Los aspectos sociales y emocionales pueden influir en el resultado de la percepción de tu propia imagen corporal.
Tu objetivo es encontrar la satisfacción personal en relación a tu imagen corporal. Para lograr tu satisfacción personal, debes disfrutar de una salud mental positiva y de tener un adecuado concepto de ti mismo. Aunque estoy hablando de satisfacción a nivel de imagen corporal, opino que tener objetivos e inquietudes en las diferentes facetas de tu vida (trabajo, relaciones personales, aficiones, salud…) pueden aumentar la mejor percepción de ti mismo. ¡No todo es entrenar!
Las personas que tienen insatisfacción personal pueden estar influidas por diferentes medios de comunicación o por personas que proponen estrategias nocivas, o bien porque sufran algún tipo de patología psicológica. Estos factores influyen negativamente en tu creencia sobre cómo debe ser tu cuerpo ideal.
Las personas insatisfechas personalmente se sienten cada vez más preocupados por su físico y pueden abandonar el programa deportivo por frustración, o bien se ven tentados a realizar acciones poco saludables para intentar lograr su equivocada -en mi opinión- imagen corporal: entrenamiento excesivo y sin rigor; uso de fármacos ilegales, dietas poco saludables…
En definitiva, la forma en que percibes cómo es tu cuerpo es clave para que esa imagen corporal sea un éxito. Y esa forma depende de cómo utilices toda la información que te llega constantemente, del concepto que tengas sobre ti mismo, de lo realista que seas con tus metas, del grado de motivación intrínseca que sientas y de lo estricto que seas con tu programa.
Para todo ello, te recomiendo que sepas cómo será tu entrenamiento para lograr el tono muscular que deseas, cuál puede ser el tiempo realista y aproximado que necesitas para lograr el físico que deseas y si realmente puedes lograr los que te propones. Es fundamental que las fuentes de información sean fiables y debes asegurarte de que te asesora un profesional certificado.
