Hay cosas que no se aprenden en el colegio… ni en la Universidad. Una de ellas, y no poco importante, es cómo hacer una tostada perfecta. Esa que cruje pero conserva el sabor, se deja tocar con cariño; se adapta y complementa los sabores. Esa que sale en la películas americanas. Parece fácil, y no lo es.
Para acertar un poco más os propongo seguir estas 6 Normas que nos pueden acercar a la autorealización personal al comprobar la calidad de una tostada que haya seguido estas directrices.
PRIMERA NORMA:
Siempre se podrá tostar más. “Destostar” es imposible. Siempre podremos tostar unos segundillos más esa tostada que salta, pero si nos hemos pasado ya nunca volverá a ser la misma y tiene muchos números de acabar en la basura. En cambio, si vemos que la tostada todavía no está madura, siempre podemos dejarla un rato más.
SEGUNDA NORMA:
No hagas caso a los números que definen la intensidad del tueste. En una el 5 puede ser un calor lo más parecido al infierno mientras que para otra tostadora puede no ser más que un soplo de aire caliente.
TERCERA NORMA:
El color ideal es un marrón entre kiwi y naranja. Ni negro ni marrón amarillento. Aunque habrá gente que dice que la tostada quemada produce cáncer (o es muy saludable), no os fiéis! Al loro! Si no es marrón kiwi-anaranjado vuestra tostada puede estar hecha con poco cariño.
CUARTA NORMA:
NUNCA pongas otro producto encima de la tostada sin dejar que ésta se enfríe poniéndose a temperatura ambiente. Si no el producto puede chupar toda el agua, evaporarse un poquillo y con el vapor… perder el sabor. Todos hemos experimentado como desaparece la mantequilla de la tostada si antes no esperamos un poquillo a que la base de pan haya perdido calor y ganado resistencia. Si esperamos estos segundillos la reacción de la mantequilla con la tostada será la óptima.
QUINTA NORMA:
Nada de Cubiertos. Para disfrutarla es necesario palparla, sentirla entre nuestras manos y notar la consistencia previa al deleite del paladar.
SEXTA NORMA:
Si se va a tomar con tomate el orden de factores puede alterar el producto. El más recomendado es primero tomate, luego sal y por último aceite, que se encargará de distribuir la sal por el interior del pan, dando unidad de sabor a toda la rebanada.
A todos los amantes de las tostadas, espero que os ayude a disfrutar más de este placer matutino 😉