Cada año, Barcelona se convierte en el “host” de una de las ferias más importantes a nivel mundial: el Mobile World Congress, una conferencia que se centra en las innovaciones tecnológicas dentro de la sociedad. Este evento no sólo reúne a diferentes empresas del sector, sino que también ofrece diferentes oportunidades laborales para los locales de la capital catalana. Pero, ¿realmente vale la pena trabajar en un congreso tan grande como este?
Muchas personas pueden pensar que los trabajos que se ofrecen en este tipo de congresos no son tan complicados como se dice. Mi experiencia trabajando como camarera debate mucho esa teoría. Estar preparado a las 5 de la mañana con una jornada de 14 horas por delante, sabiendo que no vas a parar y que apenas tendrás un descanso es algo que es difícil de afrontar.
Desde el primer minuto en el que se abren las puertas, el ritmo de trabajo es abrumador. Pongamos que, en una zona de catering del congreso como donde yo trabajaba, pasaban durante el día unas 1.000 personas. Esto significa que tienes que estar constantemente pendiente de sus necesidades, lo que convertía la jornada en algo agotador. Dos descansos breves teníamos durante todo el día, y bastante insuficientes para recuperar fuerzas. Había que elegir entre varias cosas que querías hacer como comer, tomar un café o sentarse unos minutos. Al final, buscas tiempo para hacer todas estas y el descanso se vuelve casi inexistente y la fatiga se acumula.
Otro aspecto a destacar es el trato hacia los trabajadores. La experiencia se basa dependiendo de la persona con la que se interactuara. En mi caso, siendo un grupo de 20 camareros, los coordinadores son profesionales en el momento de dirigirnos y resolver dudas, así también como comprensivos, asegurándose de que el equipo tuviera suficientes descansos y pudiera ejercer sin ninguna presión innecesaria. Por otro lado, los jefes de la zona reconocieron el empeño con propinas, un detalle que, aunque no sea obligatorio, mostraba gratitud por el trabajo logrado.
Eso sí, la variedad de tratos viene cuando se entiende al público. Aunque sorprenda, la cultura proveniente de los asistentes al congreso influye mucho en su trato. Mientras algunos muestran paciencia y amabilidad, otros tenían otras costumbres que impactan en el rendimiento: ir más rápido, recoger una inmensidad de platos…
Trabajar en un congreso tan importante como es el Mobile World Congress es, sin duda, una experiencia que muchos anhelan vivir. Es una oportunidad para ponerse a prueba a si mismo en un entorno laboral donde una buena profesionalidad es el mayor requerimiento. Aunque sean 4 días bastante intensos, es una experiencia que ayuda a desarrollar diferentes habilidades y que abre las puertas al mundo de los eventos. Aunque muchos no repetirían un trabajo así por el agotamiento y el ritmo que se debe de llevar, una ocasión así se debe de aprovechar. Para algunos, ponerle el nombre “experiencia” a un trabajo así no sería lo correcto, pero no cabe duda de que no se olvidarán de ello.