Cristina ArtúsLa Semana Santa en Zaragoza es una de las celebraciones religiosas más importantes de la ciudad. Declarada una fiesta de tradición y con atractivo turístico internacional, esta semana combina historia y espiritualidad a través de las procesiones organizadas por más de 20 cofradías de la capital aragonesa. Durante estos días, el sonido de los tambores resuenan por las calles, complementando los pasos que representan la entrega de Cristo, y creando un ambiente de fe y cultura popular. Así lo vive Isabel García, con casi una década formando parte de la Cofradía Jesús Camino del Calvario, que desde bien pequeña mostró su interés por las procesiones hasta convertirse actualmente en una parte más de su vida.
P- ¿Qué significa para usted la Semana Santa en Zaragoza?
R- Para mí la Semana Santa es pasión, compromiso, entrega. No solo por la responsabilidad que tienes de ir a los ensayos, ir a las misas…sino también la pasión con la que se vive, la emoción que se siente. Es el olor a incienso, es la devoción por todo lo relacionado con la fe. Ser cofrade en realidad es un sentimiento que se vive y se lleva dentro.
P- ¿Qué representa el hecho de participar en las procesiones?
R- Procesionar no es solo caminar por las calles vestido con túnica, sino que es un acto de fe en sí mismo. Nosotros antes de salir tenemos una misa que te pone en situación para ir caminando, ir reflexionando, ir rezando. También se puede encontrar a Dios en esos momentos: en los ruidos de los tambores, en las miradas de la gente. Eso es procesionar.
P- ¿Se puede separar tradición y fe?
No cuando hablamos de cofradías, ya que ambas están muy presentes en todas ellas. La fe se ve en las misas que se hacen, en los viacrucis que se hacen o cuando la gente reza antes de salir. Mientras la tradición la podemos ver en los pasos que llevan años siendo portados por la cofradía, en los hábitos que también llevan siendo iguales años, en las marchas que se van pasando de generación en generación de tambores. Es decir, es una mezcla de ambas.
Tradición muy familiar
P- ¿Cuánto tiempo lleva en la cofradía y qué le motivó a unirse?
R- Mi familia fue lo que me llevó. Desde pequeña hemos ido a ver procesiones y a mí me encantaban. Siempre quería estar hasta que cerrara la última cofradía. Y, un año, mis hermanas y mis padres me plantearon el hecho de meterme en una cofradía. Le di unas vueltas, y al final decidí meterme. Es una de las mejores decisiones que he tomado.
P- ¿Cómo cree que las cofradías ayudan a mantener viva la tradición y la religiosidad en la sociedad actual?
R- Integrado a las familias. Generalmente, hay familias enteras metidas en una cofradía en las que se puede ver desde los abuelos hasta los nietos, es decir, a una persona de 80 años hasta una persona de 5 que son de la misma familia. Entonces, cuidan de mantener viva la tradición y, solo por el hecho de estar en la cofradía, creo que ya te van acercando un poco más a la religión y a Dios.
P- ¿Cómo animaría a alguien joven a unirse a una cofradía?
R- A alguien joven siempre le animaría a que se uniera a una cofradía, ya que es formar parte de una familia. Además, es invertir un tiempo que no solo se centra en Semana Santa y es un lugar donde puedes crecer valores como el compromiso, la solidaridad, la fe, el respeto. Por otra parte, te brinda la oportunidad de conocer a gente nueva, hacer nuevos amigos, tener nuevas experiencias y a tener también ratitos para ti, para reflexionar y para conocerte. Así que, si alguien está dudando de formar parte de una cofradía, siempre le animo a que lo sea.
P- ¿Cuál es su procesión favorita?
R- La procesión del Encuentro, que cae en miércoles santo. Nuestro paso titular, que es con la cruz y se acerca a la Virgen de los Dolores, que la lleva otra cofradía de aquí y se hace una lectura. Es uno de los actos más importantes de la Semana Santa de Zaragoza. Se hace a las doce en la plaza del Pilar y la tengo como preferida porque, además, tengo el privilegio de poder hacerla yo con la otra cofradía.
Recuerdos inolvidables
P- ¿Tiene algún recuerdo especial o anécdota que haya marcado tu experiencia en la cofradía?
R- El primer año de cofrade, que es el que se vive con más emoción. Hay una misa que es de nuevos hermanos en la cual te ponen la medalla de la cofradía y, en mi caso, también te ponen la capa. Para mí es el momento que marcó mi experiencia, ya que es el momento en el que de verdad has entrado en la cofradía, eres hermano de la cofradía. También recuerdo en especial la tensión que se vive cuando no sabes si va a llover y no vas a poder salir.
P- ¿Cómo se siente desfilar por las calles de Zaragoza con tanta gente observando?
R- Es gratificante, porque al final todo el trabajo que lleva detrás sale a la luz. Se ve el esfuerzo, ves las caras de la gente emocionada. Como prestan atención, como están felices viendo tu procesión y, al final, ver como otra gente vive tanto esa semana de fe un poco como tú la vives.
P- ¿Qué cargo o función desempeña dentro de la cofradía?
R- Soy hermana cofrade, estoy en la sección de instrumentos. Básicamente, voy a ensayar y luego salgo los días que procesionamos tocando antes el tambor, ahora el timbal.
P- Todo esto debe suponer un esfuerzo. ¿Cómo es la preparación previa a la Semana Santa?
R- Se empieza a ensayar en enero. Marzo y abril son los meses que más cosas se hacen y son los meses donde más se propone, ya que hay convivencias, hay misas, hay donaciones tanto de sangre como de leche. Aunque sean los meses donde más cosas se hacen, se van haciendo ciertas actividades durante todo el año.
