Rory McIlroy lo ha conseguido. El golfista norirlandés firmó este 13 de abril de 2025 una victoria histórica en el Masters de Augusta, el único major que le faltaba para completar el Grand Slam. Con altos y bajos durante el torneo, pero con algunos golpes magistrales, McIlroy rompió una barrera emocional y deportiva que lo había perseguido durante más de una década.
El triunfo no solo lo consagra como uno de los mejores jugadores de todos los tiempos, sino que confirma su regreso definitivo a la élite del golf. A sus 35 años, McIlroy derrocha experiencia, madurez y un juego cada vez más completo, especialmente en los greenes, y sobre todo, en su resiliencia. Después del fallo en el putt del hoyo 18 podría haberse venido abajo, pero volvió a su mejor nivel en la ronda de desempate final contra Justin Rose.
Esta victoria en Augusta no es solo un título más: es la culminación de una carrera marcada por el talento precoz, la presión constante y una resiliencia admirable. McIlroy vuelve a lo más alto y ahora escribe su legado enfundado, por fin, en la famosa Chaqueta Verde.