Gastronomía: 10 reglas de comportamiento en una mesa

El arte gastronómico está relacionado popularmente con la cocina, pero va mucho más allá. Es difícil encontrar una definición exacta para un concepto tan complejo, jugoso y apetecible. Para hacernos a la idea, la gastronomía es el arte de crear una buena comida, exquisita, de modo que se convierta en un proceso cultural. 

La gastronomía tiene su origen etimológico en la antigua Grecia. Las palabras “gastro” y “nomos” conjuran un concepto milenario. El primer vocablo es un elemento prefijal con el significado de ‘estómago’ y el segundo es sinónimo de ‘regla’, ‘ley’. Al conocer su procedencia, se puede decir que la gastronomía abarca tanto la procedencia y elaboración de los alimentos como la relación de las personas con la cultura culinaria que les rodea. 

Las ganas de comer muchas veces provocan que se olviden los modales a seguir en una mesa. Dejando de lado el estómago, la gastronomía se rige con unas normas básicas que regulan el desarrollo de una comida. Es importante seguirlas para no dar la nota con familiares, conocidos y posibles jefes.

1.- No escoja el sitio en la mesa, el anfitrión se encarga de decir dónde y cuándo uno debe sentarse.

2.- Desdoblar la servilleta y mantenerla en el regazo mientras se come. No es un babero.

3.- Uso de los cubiertos: se empieza utilizando los más alejados del plato (de fuera hacia adentro).

4.- Los codos deben estar pegados al cuerpo. Uno no puede creerse un avión y molestar a los demás comensales.

5.- Acercarse la comida a la boca. Nunca hay que inclinarse hacia el plato.

6.- Ante alimentos calientes, no soplar para enfriarlos. Esperarse si es necesario para comerlos.

7.- Utilizar la servilleta antes de beber, así no se ensucia el vaso o copa cada vez que uno tiene sed.

8.- Cortar el pan en pequeños trozos con la mano. No hacerlo con la boca.

9.- No utilizar el teléfono móvil una vez sentado en la mesa. Tampoco se debe utilizar para hacer fotos a los platos.

10.- Por último, si queda algo entre los dientes, ir al baño. Nunca hay que emplear los palillos en público.