El coronavirus pone contra las cuerdas al mundo del fútbol

Fútbol
Una fila de asientos vacíos, que hacen referencia ala ausencia del fútbol por el coronavirus.
Ricardo Jiménez Padrós Ricardo Jiménez Padrós

Tras cuatro semanas de confinamiento, el fútbol ya no es lo más importante en la vida. Uno de los deportes más conocidos y practicados en todo el mundo ha perdido aquel foco de atención que ocupaba todas las portadas de los periódicos. Los miércoles no son noches de ‘Champions’, ni los domingos días de ‘derby’. Dejando de lado el sentimiento y amor que uno tiene por su equipo, la realidad muestra que se puede vivir sin fútbol.

El martes 30 de marzo el Gobierno de Pedro Sánchez publicó el Real Decreto con la lista de trabajos esenciales. Entre ellos no estaba el fútbol, aunque era de esperar, ya que este deporte hacía 2 semanas que se dejó de practicar, como muchos otros. De hecho, el parón generalizado de las grandes ligas europeas fue  de las primeras medidas que se tomaron para luchar contra el coronavirus.

El fútbol y su negocio

Mientras los futbolistas están en casa, el negocio de este deporte sigue igual de vivo. La crisis sanitaria está provocando una bajada de valor en el mercado de todos los equipos, incluidos los españoles, motivo por el que LaLiga desea la vuelta a las competiciones cuanto antes, ya que numerosos clubes podrían verse insolventes si esta situación se alarga mucho más.

La reducción de salarios a causa de la pandemia fue el primer signo de debilidad de un negocio que parecía no tener límites, y cuyo impacto económico puede ser tan grande que se habla de un futuro mercado sin las ya habituales cifras astronómicas . Basta comprobar los datos que ofrece el portal Trademarkt.es, indicando que el fútbol español presenta una bajada de valor de más de 1.000 millones. Si se tiene en cuenta únicamente las 20 plantillas del los equipos de Primera División, el valor disminuye 1.168 millones de euros.

La reacción de los profesionales

Mientras el negocio y el dinero necesitan volver al verde, los jugadores de Primera y Segunda División española se han manifestado en comunicado, a través de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), en el que han dejado claro que “no se debe reanudar la competición hasta que las autoridades sanitarias lo permitan”.

Todos los jugadores están de acuerdo en que “la vuelta a la competición debe garantizar la seguridad sanitaria a todos los operadores que actúan en el ámbito del fútbol”. Los futbolistas saben que la salud es mucho más importante que el fútbol.

Si la fecha propuesta por Javier Tebas, presidente de la Primera División de fútbol, de volver a finales de mayo o principios de junio se convierte en realidad, debería ser sin público. Al menos eso recalca el epidemiólogo Oriol Mitjà, quién en una entrevista para La Vanguardia ha asegurado que “el Camp Nou no debería abrir sus puertas hasta otoño”. Por tanto, el fútbol volvería por el negocio, no por sus espectadores.

Fútbol
Chicharito Hernández celebrando un gol en un partido haciendo el gestó del perdón.

Reacciones humanas

Desde que se inició el confinamiento, los espectadores han podido observar muchas reacciones de los futbolistas. Una de las noticias más llamativas en este sentido ha sido la reducción de salario de un 70% de toda la plantilla del F.C. Barcelona.

Por su parte, el jugador mexicano Chricharito Hernández reconoció en una entrevista publicada por Mundo Deportivo que “es increíble que a mí me paguen tantísimo por jugar a fútbol y a médicos y científicos casi nada”. Incluso Ana Romero, jugadora del Real Betis femenino y licenciada en Medicina, se ofreció a mediados de marzo como médico a disposición del Gobierno español.

El deporte volverá a la normalidad, a encontrar su equilibro una vez se apacigüen las aguas, pero por el momento, excepto en el negocio, todo el mundo del fútbol tiene claro que la salud va primero. Desde una perspectiva objetiva, el fútbol pasa a un segundo plano mientras la Sanidad Pública, sin apenas calentar, se juega la vida contra el coronavirus. El fútbol volverá a ser lo que era, pero el negocio creado a su alrededor deberá readaptarse a la futura realidad. Sin ir más lejos, hoy por hoy no es tan importante cómo se pensaba.

Ricardo Jiménez Padrós

Si la vida me permite unir dos de mis mayores placeres, escribir y comer, no desaprovecharé la oportunidad. Además de amante de las letras y la cultura culinaria, soy estudiante de tercero de periodismo. Soy muy ambicioso y siempre quiero mejorar, creo que uno aprende cometiendo errores.