Marc Rodriguez MongeEl mundo del motor está de vuelta. Si la pasada semana daba inicio el mundial de Moto GP, este fin de semana lo ha hecho la F1. Del 18 al 20 de marzo Bahréin ha acogido el inicio de una nueva temporada, la más larga de la historia. Un mundial que contará con 23 carreras y, que, tras ocho meses de competición, finalizará con el Gran Premio de Abu Dhabi. El campeonato automovilístico no tendrá entre sus circuitos al GP de Rusia así como tampoco a pilotos rusos debido a las últimas acciones de Putin. Rusia desaparece del mapa de la F1.
La invasión a Ucrania ha hecho que la F1 haya roto por completo su contrato con el país exsoviético tal y como se comunicó a través de las redes sociales de la Federación Internacional del Automovilismo (FIA): “La F1 puede confirmar que ha rescindido su contrato con el promotor del GP de Rusia, lo que significa que Rusia no tendrá una carrera en el futuro“. La carrera tenía contrato hasta el año 2025, pero ninguna de esas cuatro ediciones se disputará. La FIA ha mostrado su apoyo a los ucranianos y las consecuencias para Rusia han sido inmediatas. Así pues, esta decisión se suma a la de otras organizaciones deportivas, como la FIFA que también ha cambiado su sede de la final de fútbol de la Champions que iba a ser en San Petersburgo.
Una vez confirmada la cancelación, la F1 ya está negociando con Turquía para que el circuito de Estambul sustituya al GP de Sochi el fin de semana del 23 al 25 de septiembre y así se garantice que el calendario cuente con 23 carreras, tal y como estaba previsto. Istambul Park ya entró como suplente en los dos últimos años debido a la situación de la pandemia.
Mazepin fulminado
La escudería estadounidense Hass ha decidido poner fin al patrocinio con “Uralkali”, empresa del padre del piloto ruso Nikita Mazepin, y, por tanto, a su contrato. La FIA había autorizado que el piloto siguiera en el mundial bajo la identificación de “comité ruso” sin la bandera ni himno del país, pero el equipo ha prescindido de él.
Mazepin se mostró disgustado con la decisión: “Han roto mi sueño y lo peor es que me enteré por la prensa. El equipo me dijo que si la FIA me dejaba correr no habría problema”. Como se puede comprobar, Rusia desaparece totalmente del mapa de la F1.
