ENTREVISTA

Rafel Donat: “Nuestro verdadero enemigo no es la tecnología, sino el sedentarismo”

El fisioterapeuta catalán afirma que las lesiones musculoesqueléticas atribuidas al mundo digital se deben a la hipoactividad

Fotografía del fisioterapeuta Rafel Donat, un experto preocupado por el sedentarismo
Rafel Donat, fisioterapeuta especializado en lesiones del ligamento cruzado anterior de la rodilla/ Rafel Donat
Marta Jorge Marta Jorge

Es fácil encontrar publicaciones que atribuyen distintas afecciones musculoesqueléticas al uso de la tecnología sin tener en cuenta el sedentarismo. La lumbalgia o el dolor cervical son solo algunas de las lesiones achacadas clásicamente al uso prolongado del teléfono móvil. Rafel Donat (Figueres, 1975) es fisioterapeuta y doctor en Tecnología Educativa y Gestión del Conocimiento. Con 25 años de experiencia profesional a sus espaldas, cree que responsabilizar a la tecnología de dolencias como la lumbalgia esconde un error de interpretación“Ninguno de los problemas tradicionalmente asociados al uso de pantallas es atribuible directamente a la tecnología. Otra cosa es su rol como factor predisponente de lesiones, que en mi caso explica alrededor de un 30% de los casos”, afirma.

Junto a los malos hábitos de alimentación, el sedentarismo es uno de los principales causantes de la obesidad. Para Donat, también es la causa raíz de las dolencias músculoesqueléticas: “Nuestro verdadero enemigo no es la tecnología, sino el sedentarismo”. Y añade que “la tecnología no genera dolencias nuevas que no provoque la escritura manual de toda la vida”. En realidad, según él hay inercias propias de la sociedad moderna difíciles de romper. “Lo peor es que la tecnología arrastra a la población a ser más sedentaria, especialmente a los más jóvenes, en los que tener en la palma de su mano todo un mundo a su alcance sin la necesidad de moverse justifica la mayor incidencia de dolor cervical o lumbalgia”, asegura.

Actitud frente al sedentarismo

Las consecuencias de la tecnología derivan de su naturaleza estática.Los dispositivos te obligan a estar quieto durante mucho tiempo, así que cuando el ordenador es tu principal herramienta de trabajo aumenta la incidencia de problemas. El día que la tecnología sea dinámica desaparecerán sus efectos nocivos“, añade. Como profesor en l’Escola Universitària de la Salut i l’Esport de Salt-Girona (UDG) y la Facultat de Ciències de la Salut de Manresa (UVIC-UCC), Donat está muy implicado en mejorar la calidad de la docencia.

El rigor es esencial para él a la hora de hacer llegar mensajes a la población general: “La evidencia no avala que la tecnología genere lesiones, el problema es nuestra actitud frente a ella”. Basta con regresar al pasado para recordar la época en la que la comunicación implicaba movimiento, que desapareció con la irrupción del correo electrónico y la mensajería instantánea. “Gracias a la digitalización hoy somos una sociedad más acomodada y pasiva”, matiza.


“El día que la tecnología sea dinámica desaparecerán sus efectos nocivos”


La desinformación es un problema de peso cuando la salud está en juego, por lo que la comunidad científica afronta la responsabilidad de gestionar la falsedad informativa. “Como pasa en otros, en este sector también hay una tendencia a hacer noticiables cuestiones que no lo son“, declara. Por tanto, los profesionales de la salud tienen un doble hándicap: hacer su trabajo y luchar contra información incierta. “Ante todo, lo que hago en una primera visita es reducir la carga de datos imprecisos adquiridos por los pacientes, a los que ciertas asociaciones causa-efecto incorrectas les han generado una alarma innecesaria“.

De este modo, Donat enseña a reaprender: “A veces me toca reeducar posturalmente a mis pacientes, porque el problema que tenían a lo mejor era solo una silla colocada a un altura incorrecta“.

La postura importa pero no moverte más

Para minimizar lesiones, es esencial lograr un buen equilibrio entre los elementos del entorno y la postura corporal. Según el experto, es básico tanto para una persona sentada frente a un ordenador durante toda su jornada laboral como para quienes usan el ordenador en casa. “En cuanto al mobiliario, importa el diseño de la mesa,  cuyos bordes deben ser romos para no forzar las muñecas, y colocar la silla a una distancia que permita mantener brazos y piernas formando un ángulo de 90º. Perjudica más el tiempo sentado que cualquier postura concreta”.

A veces, el problema está en la altura del escritorio. “Si está muy bajo hay que intentar levantarlo, pero si es demasiado alto habrá que subir la silla colocando algo bajo los pies en caso de que no toquen el suelo”. En cuanto a la postura, “los glúteos deben quedar por encima de las rodillas para conservar la curvatura de la zona lumbar“.

Posicionamiento correcto frente a un ordenador
Posicionamiento adecuado frente a una silla/ Modificado de Freepik

Estar bien sentado minimiza problemas, por lo que “es muy importante encontrar el equilibrio entre los factores físicos y del entorno para lograr una buena ergonomía. Los beneficios van más allá de evitar molestias tras pasar horas en una postura inadecuada. Según Donat, “posicionarse correctamente también mejora el rendimiento. Por un lado, los músculos responsables de los movimientos oculares podrán mantener la fijación de forma precisa hacia donde corresponda y, por otro, al no forzar la musculatura encargada de mantener la cabeza sobre el tronco nuestro gasto energético es menor“.


“La evidencia no avala que la tecnología genere lesiones, la causa es nuestra actitud frente a ella”


La rigidez y la debilidad muscular son para el experto los dos grandes enemigos del envejecimiento. Dado que el sedentarismo promueve ambas cosas debido a la hipoactividad, “el ejercicio es imprescindible, pero hay que elegir uno que le resulte afín a quien lo practica y evitar realizarlo en condiciones límite”, señala. Toda actividad requiere una preparación adecuada para desarrollarla correctamente, por lo que “no podemos pasar de 0 a 100 revoluciones sin un acondicionamiento previo”.

Moverse es esencial para luchar contra el sedentarismo. No obstante, ante la disyuntiva de realizar trabajo cardiovascular como correr o ir en bicicleta frente a ejercicios de fuerza enfocados en el fortalecimiento muscular, Donat es muy preciso: “Lo ideal es hacer ambas cosas, pero hay que priorizar la fuerza, porque al anteponer el movimiento al trabajo de fuerza con una musculatura poco trabajada las posibilidades de lesión son elevadas”.

Prevenir antes que curar

Cuando un experto con años de experiencia profesional recomienda evitar el sedentarismo para minimizar problemas, surge el interrogante de con qué frecuencia hay que acudir al fisioterapeuta. “Es recomendable acudir a las consultas de forma preventiva cuando el usuario tiene alguna duda, inquietud o necesidad específica”, recuerda Donat.

El experto argumenta las razones principales de acuerdo con su experiencia. “Algunas personas quieren empezar a hacer una actividad física concreta, pero su edad, sexo o condición física suponen factores de riesgo de lesión. En esos casos tiene sentido que la persona consulte, lo demás es promover las visitas en base a preocupaciones infundadas generadas por los propios profesionales. Crear una falsa alarma para llenar la consulta implica convertir la salud en un negocio”, subraya.

Punto de dolor en la espalda de un paciente con sedentarismo
Un fisioterapeuta hace presión en un punto doloroso a un paciente/ Freepik

En cualquier caso, el especialista cree que “donde la prevención en fisioterapia no debería ser negociable es en el entorno laboral conjuntamente con el terapeuta ocupacional”. “Las empresas tendrían que contratar a un profesional para evaluar la ergonomía del sedentarismo, revisando el espacio de trabajo antes de empezar cualquier actividad“, aclara. No obstante, este tipo de medidas son de momento una quimera a pesar de que “la salud es personal e intransferible”. “Solo empresas con un elevado índice de lesionabilidad como, por ejemplo, las del sector cárnico, empiezan a contar con la figura de un fisioterapeuta”, explica.

En este sentido, es crítico con los comités de higiene laboral: “El objetivo de los departamentos de riesgos laborales debe ser eliminar los factores que causan lesiones, es decir, hacer prevención primaria. Deberían ser realmente efectivos a la hora de evitar los peligros reales que hay en el lugar de trabajo”.

Lucha contra el sedentarismo

A la hora de pensar en el futuro, tiene una visión clara sobre la atención primaria . “Los problemas más prevalentes y de baja complejidad que vemos en consulta son evitables y ahí es donde las políticas de salud pública deberían poner el foco”, explica. Su apuesta es reforzar la prevención, más que la asistencia: “En estos casos, esperamos a que la gente enferme para tratarla de forma totalmente inefectiva con fármacos, reposo o cirugía. Como tratamos la consecuencia del problema y no la causa, fracasan todas las opciones”.

Del total de afecciones que atiende en la consulta, “las dos más frecuentes, el dolor cervical y la lumbalgia, son problemas crónicos curables”. El fisioterapeuta del Centre Mèdic COM de Manresa da cifras concretas: “La lumbalgia es la dolencia más discapacitante y la que causa más bajas laborales de larga duración. El 80% de los casos crónicos inespecíficos tienen cura”.

Niña con obesidad azotada por el sedentarismo
Una niña con obesidad hace ejercicio al aire libre en un parque/ Freepik

Para vencer al sedentarismo, Donat considera clave 2 elementos: por un lado,  que las escuelas deberían promover la actividad física diaria de forma obligatoria más allá de hacer una hora semanal de gimnasia y, por otro, es esencial implicar a las familias. “En casa hay que esforzarse para que los niños realicen un % similar de actividades físicas y otras más psíquicas como jugar a la ‘Play'”. Además, aclara el matiz cultural subyacente: “Más allá de las enfermedades endocrinas que causan obesidad, muchos padres obesos no reconocen que sus hijos también lo son”.

El especialista ampurdanés no tiene remedios milagrosos, pero apuesta por la proactividad y por soluciones globales basadas en políticas sensatas en beneficio de la comunidad. “Cuando la libertad se convierte en libertinaje lo pagamos todos, por lo que deberían premiarse las decisiones que promuevan mantenerse en forma y huir del sedentarismo“, concluye.

Marta Jorge

Estudiante de Periodismo en la UAO CEU