El futuro del Barça se llama Pau Cubarsí. El joven canterano, de tan solo 17 años, debutó en la Champions clasificando al Barça en cuartos de final frente al Nápoles. El gerundense se convirtió en la principal pesadilla de Osimhen, jugador del Nápoles, evitando que se quedara solo ante Ter Stegen en varias ocasiones. Su espíritu luchador, su salida de balón y su tenacidad frente a un rival complicado, lo llevaron a convertirse en MVP en lo que era, su primera aparición europea. Su capacidad de decisión y sus pases filtrados desde el área fueron motivo de inicio de muchos de los ataques azulgranas. Con una personalidad y un carácter muy marcado, le hacen posicionarse como un futuro capitán del Barcelona. Con él, la defensa del equipo está más que asegurada para los próximos años. Y viéndolo jugar, es, sin duda, un claro ejemplo de que para el fútbol no hay edad.