Miguel Ollé (Barcelona, 1995), más conocido como ‘Micky’, es un entrenador de elite del fútbol femenino que está entrenando actualmente en la Queens League, la popular competición de fútbol de Gerard Piqué. Compagina su club El Barrio, terceras en la clasificación, con su equipo de primera juvenil femenino, el Levante las Planas.
¿Qué significado tiene para usted dirigir un equipo en la Queens League?
Un significado muy grande. La gente lo ve como un circo, pero yo lo veo como una oportunidad. Es otro mundo y otro fútbol evidentemente, pero estás ya entre los mejores de ese “deporte“, algo incomparable con el fútbol profesional porque el número de jugadores, normativa, instalación es diferente. Es como comparar el tenis con el pádel.
¿Qué fue lo que le motivó a ser entrenador?
El amor por el fútbol, principalmente. Ferran Cabello, actual entrenador de primera división del Levante las Planas, también tuvo parte de culpa porque aprendí mucho de él.
¿Considera complicado equilibrar todas tus responsabilidades para dedicarse exclusivamente a ser entrenador?
No, para mí es un hobby y algo muy bonito porque conoces a nuevas personas, creas nuevas familias y estoy muy feliz de hacer cosas que me gustan mucho. Pero mi ocupación es mi empresa familiar, donde ejerzo de comercial.
“ Para mí es un hobby y algo muy bonito ”
¿Cómo llegó a formar parte de la Queens League y quién le extendió la invitación?
Tuve varios equipos interesados, pero el que más se involucró y mejores sensaciones me dio fue Adri Contreras, presidente de El Barrio. Una persona maravillosa e increíble, con una humanidad y humildad enormes. Me siento muy afortunado y lo considero amigo. La verdad que estoy tranquilo y muy a gusto con este equipo.
¿Cómo calificaría su desempeño en su primer año en la Queens League?
Muy bueno. Fue el más emocionante, al final esto es como todo lo nuevo: te atrae mucho y los principios son maravillosos, pero una vez te acostumbras es diferente. Aunque sigo valorándolo muchísimo y sigo emocionado por todo lo que estoy viviendo.
¿Cómo maneja la dualidad de entrenar al Levante y al equipo de la Queens League?
Perfectamente. Tengo dos grupos de jugadoras increíbles, donde incluso me apoyan en un lado y en otro de manera directa e indirecta, y que se preocupan el uno por el otro. Eso me hace tener una tranquilidad increíble y a la vez felicidad.
¿Cuál es su perspectiva sobre la transición de liderar un equipo como el Levante a uno en la Queens League?
Es muy buena porque al ser dos mundos diferentes desconectas rápido de ambos y te metes en otro. A nivel mental me encanta porque son muy, pero que muy diferentes.
¿Cómo gestiona la interacción con celebridades y personas reconocidas en la Queens League?
Muy bien. Sorprendido porque son muy cercanos y muy buena gente. Siento que somos uno más y no existen egos.
Un nuevo cambio, según Micky Ollé
Al estar presente en el Cupra Arena cada fin de semana, ¿cómo percibe el cambio generacional en la forma de consumir contenido televisivo, especialmente con la transición a plataformas como Twitch?
Es un cambio muy digital y diferente al tradicional. Es una plataforma que primero de todo es gratuita y segundo te da la posibilidad de interactuar con tus ídolos. Algo nunca pensado en este mundo donde a veces pensamos que los famosos son inalcanzables.
En la última jornada, lograron vencer a Jijantas y alcanzar la tercera posición en la tabla. ¿Cuál cree que es la clave para mantener la consistencia en los resultados?
Creérnoslo, porque somos más que un equipo actualmente, y si a esto le añades un nivel de calidad humana y deportiva muy alta. Pues solo te queda una opción: soñar.
¿Qué pronostico ofrece de cara al final de la temporada?
De no clasificarnos a la final serían ya 3 veces y todas por “shootout“, muy duro la verdad. Hemos hecho 3 splits muy buenos. En el único que pondría algún ‘pero’ es en la copa donde tuvimos muchos contratiempos y aun así conseguimos llegar a cuartos. Algo emocionante después de todo lo que nos pasó. Estoy muy contento hasta ahora, pero sí tengo la espina de querer vivir una final porque desde fuera es increíble.
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