Joana García LópezLa adolescencia es un viaje lleno de descubrimientos y emociones intensas. Sin embargo, muchos jóvenes enfrentan también problemas de salud mental que pueden tener un impacto significativo en sus vidas. Según el “IV Barómetro de la Juventud 2023. Salud y bienestar” elaborado por la Fundación Mutua Madrileña y Fad Juventud, el 59,3% de los jóvenes españoles de entre 15 y 29 años reconoce tener problemas de salud mental.
Es una etapa de la vida en la que los jóvenes experimentan una mayor vulnerabilidad a trastornos mentales como la ansiedad, la depresión y los trastornos alimentarios. Los cambios físicos, emocionales y sociales, incluidos el abuso o la violencia, pueden hacer que los adolescentes sean vulnerables a problemas de salud mental. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más del 20% de los adolescentes a nivel mundial experimentan problemas de salud mental, y la mayoría de ellos no reciben el apoyo necesario.
La salud mental y la tecnología
La creciente dependencia de la tecnología y las redes sociales también ha impactado la salud mental de los jóvenes. Es verdad que la conectividad digital ofrece numerosos beneficios, pero también puede intensificar la dependencia a las pantallas, en especial a los móviles. “El problema de una adicción es que te separa del otro”, afirma Maru Valarezo, psicóloga y profesora del Colegio Abat Oliba Spínola. Además, por las redes sociales, a los jóvenes “solo les interesan los vídeos cortos e inmediatos” y pierden el interés por lo demás.
Aunque la salud mental no depende exclusivamente de los centros educativos, estos juegan un papel indispensable. Los colegios son lugares donde los adolescentes pueden estar seguros, pueden ser queridos y pueden encontrar a profesores como referentes. La psicóloga escolar, Maru Valarezo asegura que “la importancia de las instituciones educativas es valorar la vida y fomentar la seguridad y la confianza”.
Pero lo más importante es la comunicación familiar para que los adolescentes se sientan seguros y compartan sus preocupaciones sin sentirse juzgados por sus seres queridos. Se debe de fomentar un ambiente de compresión, ya que la familia debe de ser siempre un refugio donde se pueda buscar ayuda cuando se necesite.
