Barcelona se ha convertido en una de las ciudades más admiradas de Europa: sus calles, la arquitectura, la gastronomía y el ambiente se fusionan para que muchos jóvenes vean a la capital catalana como su destino soñado. Si consiguen su estancia, es una experiencia inolvidable, pero en la vida real no es todo de color rosa. Muchos se enfrentan a varios obstáculos que supone un intercambio como este. Por ejemplo, el momento de encontrar un piso o una residencia de estudiantes.
Los precios abusivos y la escasez de pisos o residencias en la ciudad son problemas más comunes de lo que parece ser. Miles de estudiantes se enfrentan a esta situación cada año. Para algunos, la búsqueda de su estancia puede extenderse a meses. “Me llevó dos meses encontrar alojamiento y, aún así, no pude encontrar un piso con otros estudiantes”, explicó la inglesa Molly Williams, una estudiante Erasmus. Así también como la polaca Leonie Asam, otra estudiante del mismo intercambio, quien tardó unas 4 semanas en encontrar un piso para tres personas, pero que sobre todo fue un obstáculo dar con un alojamiento con ventanas y camas dobles.
El principal problema suele ser el precio. La posibilidad de acceder a precios razonables en Barcelona cada vez se vuelve más exclusiva. Estudiantes en la ciudad condal como la italiana Meri, que lleva tres años en la capital catalana, confiesa que no hay pisos baratos y, por el precio, los que encuentra son muy pequeños. Pero lo más difícil es encontrar uno que conjunte calidad-precio con una ubicación buena y segura en la ciudad.
Meri actualmente vive en un piso de 40 metros cuadrados y paga 1.100 euros al mes, algo que para ella es demasiado caro para el espacio que tiene: la cocina es más pequeña que el baño y no hay suficientes metros para moverse cómodamente.
Exigencias anormales
Otras de las dificultades son las condiciones que ponen los propietarios. Muchos piden un depósito alto, un aval bancario y una gran cantidad de información personal que mucha podría considerarse innecesaria. Además, muchas tarifas de las agencias hacen que el coste inicial sea aún más mayor. Esa es una de las razones por las cuales la mayoría de estudiantes suelen compartir piso con una mayor cantidad de personas de las que desearían. Incluso pueden tener problemas adicionales por el hecho de ser extranjeros: algunos propietarios no aceptaban el alquiler porque sus padres o esa misma persona tenían ingresos fuera de España.
Aún teniendo todos estos problemas, Internet ha sido el mejor aliado para la búsqueda de alojamiento. La mayoría de estudiantes que residen en Barcelona han encontrado pisos o residencias a través de aplicaciones como Idealista o SH Barcelona. Aunque no siempre hayan buenos resultados y se sigan encontrando precios abusivos o malas condiciones, recurrir a estas aplicaciones ha facilitado a los estudiantes encontrar lo que más se acerca a su deseo. Incluso, si no se encuentra con quien compartir piso, estas webs también ayudan a conocer a personas.
El apoyo de las universidades
Muchos estudiantes además coinciden en que las universidades deberían dar más apoyo en estas situaciones. Muchos jóvenes piensan que varias facultades tienen el suficiente conocimiento para que, si vienen alumnos nuevos, explicarles un poco la zona de su universidad y que residencias o zona de pisos podrían ser las mejores.
Algunos de estos estudiantes sí que han recibido recomendaciones sobre residencias cerca de sus estudios, pero nunca ha sido de gran utilidad. Aún así, los pisos siempre han sido una búsqueda aislada e independiente.
Todo esto no evita que Barcelona seguirá siendo un destino soñado para muchos jóvenes, pero la dificultad de encontrar alojamiento hace que muchos lleguen a la frustración. Puede llevar a que la ilusión y la capacidad de adaptación no lleguen a ajustarse a lo que eran sus expectativas, pero es por eso que buscar apoyo y preguntar a personas locales podría servir de gran ayuda y facilitaría todos estos trámites. Ya se sabe, Mientras Barcelona sea el destino preferido para muchos, este problema seguirá presente en la vida de muchos estudiantes.