De las aulas a la guerra

En tiempos de inestabilidad global, donde los conflictos armados ocupan portadas y las fake news encuentran terreno fértil en la desinformación, la Universitat Abat Oliba CEU volvió a demostrar que formar periodistas va mucho más allá de enseñar a redactar una noticia o a interpretar datos. Conscientes de la importancia de preparar a sus alumnos para informar con rigor en escenarios hostiles, la universidad decidió sumergirlos en una experiencia única de inmersión en el periodismo de guerra, en colaboración con el Ejército de Tierra español.

Durante dos intensas jornadas, los estudiantes recrearon el conflicto ficticio entre Negro y Blanco participaron en simulaciones, prácticas de seguridad, talleres de comunicación en operaciones militares y ejercicios de primeros auxilios, todo ello en escenarios reales y bajo la supervisión de profesionales experimentados.

Instrucción en el Cuartel del Bruch

La preparación de los futuros periodistas comenzó una semana antes de su desplazamiento a Girona. En el Cuartel del Bruch, situado en Barcelona, los alumnos recibieron una instrucción básica en primeros auxilios, una capacitación esencial para cualquier reportero que aspire a trabajar en zonas de conflicto.

Durante esta jornada previa, los estudiantes aprendieron técnicas para actuar ante heridas de combate, evacuaciones de emergencia y protocolos de atención sanitaria en ambientes de riesgo. Además de adquirir habilidades prácticas, esta formación buscó sensibilizarlos sobre la importancia de la autoprotección y el apoyo mutuo en entornos donde la vida puede pender de un hilo.

Inmersión teórica

Ya en la base militar “General Álvarez de Castro”, ubicada en Sant Climent Sescebes (Girona), los estudiantes vivieron su primer gran reto. El primer día estuvo dedicado a una completa formación teórica impartida por oficiales y especialistas de las Fuerzas Armadas.

Las sesiones abarcaron desde las generalidades de la organización militar española y conceptos de seguridad en operaciones internacionales, hasta el manejo de materiales de combate urbano mediante simuladores como el VITRIX y el vehículo blindado Pizarro. También se abordaron aspectos fundamentales de la comunicación pública en situaciones de crisis, incluyendo la gestión de la información sensible, la protección de fuentes y la lucha contra la desinformación y las fake news en conflictos contemporáneos.

A lo largo de la jornada, los alumnos no solo aprendieron la estructura y funcionamiento de las Fuerzas Armadas, sino que también comprendieron el papel del periodista en zonas de guerra: un actor crucial para garantizar la transparencia y salvaguardar el derecho de la sociedad a estar informada.

“Operación Seguridad Blanca”

El segundo día, la formación teórica dio paso a la práctica. Los estudiantes participaron en la “Operación Seguridad Blanca”, una simulación táctica de alto realismo diseñada para poner a prueba su capacidad de reacción y adaptación bajo presión.

En esta operación, los futuros reporteros se enfrentaron a situaciones que reproducían escenarios de conflicto: desplazamientos en convoy, controles de seguridad, evacuaciones sanitarias y coberturas informativas en entornos inestables. Tomaron decisiones rápidas, debieron evaluar riesgos y aprendieron a moverse de forma segura en zonas hostiles, todo ello mientras cumplían su objetivo periodístico de informar de manera precisa y veraz.

Esta actividad no solo puso a prueba su resistencia física y su temple emocional, sino que también les enseñó a actuar en equipo, a respetar los protocolos de seguridad y a mantener la ética periodística incluso bajo condiciones extremas.

Periodismo comprometido y valiente

Gracias a esta experiencia integral —que combinó formación previa, teoría detallada y práctica intensa— los estudiantes de la Universitat Abat Oliba CEU obtuvieron una visión completa de las exigencias del periodismo de guerra. Más allá de las técnicas y los protocolos, la vivencia reforzó en ellos la necesidad de compromiso ético, respeto por la verdad y responsabilidad social que supone informar desde el corazón del conflicto.

La Universitat Abat Oliba CEU, con iniciativas como esta, reafirma su convicción de que el periodismo, especialmente en tiempos de guerra, debe ser ejercido por profesionales valientes, rigurosos y profundamente humanos.