Correos

Los carteros ya no llaman dos veces

Cómo ha cambiado un oficio tan clásico en la época de la digitalización y del avance constante

Collage Correos
Collage comparativo de cartero antiguo y cartero en la actualidad. Elaboración: Ignacio Delgado Sicilia
Ignacio Delgado Sicilia Ignacio Delgado Sicilia

En los últimos años, el trabajo de los carteros ha cambiado por completo. La caída del correo tradicional y el aumento de los envíos de paquetes, provocados por el auge del comercio electrónico, han obligado a Correos a reorganizar sus servicios. El oficio no ha desaparecido, pero sí se ha transformado. Hoy, la logística domina su día a día.

Según la CNMC, en 2023 se repartieron en España más de 1.000 millones de paquetes, un 15 % más que el año anterior, hoy, en pleno 2025, los números siguen en aumento. Las cartas, en cambio, bajaron a 1.341 millones, un 62 % menos que en 2015. La tendencia es clara: cada vez se mandan menos sobres y más cajas.

Marcial López Arribas trabajó en Correos durante décadas, repartiendo con furgoneta y ayudando en la clasificación. Se jubiló en septiembre de 2024, durante su tiempo en la empresa, vivió un gran cambio. “Antes era todo a mano, apuntes en libretas. Ahora vamos mucho más rápido. Se ha ganado tiempo y organización”, cuenta.

Buzón de Correos

Menos plantilla, nuevos retos para los carteros

En los últimos años, la empresa ha reducido su personal. En marzo de 2025 puso en marcha un plan de salidas voluntarias con una inversión de 428 millones de euros. Unos 8.000 trabajadores dejarán la empresa dentro de esta estrategia para rejuvenecer la plantilla.

López recuerda bien los cambios. “Quitaron gente, sí, pero no fue tan salvaje como en una empresa privada. El problema es más bien de organización. A veces faltan vehículos, recursos…”, dice. 

Más tecnología, más presión

La introducción de herramientas digitales ha cambiado por completo la rutina del cartero. “Antes trabajábamos con una libreta y apuntes a mano”, recuerda Marcial López Arribas. El salto ha sido evidente: “Ahora se ha reducido el tiempo a la mitad. El cambio ha sido total, y para bien”. Sin embargo, esta modernización también ha traído una dinámica de trabajo más acelerada y menos flexible.

En paralelo al avance tecnológico, se ha producido una transformación en la naturaleza de lo que se reparte. “Cambió de cartas y certificados por paquetes de productos”, señala Marcial. Muchas de esas entregas provienen de acuerdos con plataformas de venta como Vinted o Wallapop, que “funcionan bien en Correos”. Aunque las herramientas nuevas han permitido más eficiencia, también han supuesto una carga de trabajo mayor: más paquetes, más peso y más presión diaria.

Aunque las herramientas digitales han mejorado la velocidad del servicio, también han generado una dinámica más exigente. Los trabajadores deben cumplir tiempos estrictos, seguir rutas predefinidas y lidiar con una carga de trabajo más pesada, sobre todo por el auge de la paquetería. Esta presión se acentúa en momentos de alta demanda, como campañas de rebajas o Navidad, donde los recursos no siempre alcanzan para cubrir el volumen. La automatización ha traído ventajas, pero también ha limitado la autonomía que antes caracterizaba el trabajo en la calle.

Una figura que ya no es la misma

El papel del cartero también ha cambiado a nivel social. El respeto y la cercanía de antes han ido desapareciendo. “Ahora muchos te ven como si fueras un repartidor cualquiera o alguien que deja propaganda”, comenta López. En barrios y pueblos, esa relación de confianza se ha ido perdiendo.

Infografía Correos

Pese a eso, los carteros siguen siendo clave para entregar notificaciones oficiales. Mientras ciertos trámites sigan exigiendo papel, su función seguirá siendo necesaria. “Cuando eso cambie, ahí sí habrá un antes y un después”, advierte.

Correos busca adaptarse. Hoy se define como una empresa logística en evolución, con servicios que van más allá del reparto: desde gestiones digitales hasta trámites administrativos o bancarios. En muchos pueblos pequeños, la oficina de Correos también hace de ventanilla pública. Puede que el cartero ya no reparta tantas cartas, pero su trabajo sigue siendo esencial. Al menos, por ahora.

Ignacio Delgado Sicilia

Soy estudiante de tercer curso de periodismo en la Universidad Abat Oliba CEU de Barcelona, con un certificado complementario en Social Media y Data Journalism. Soy colaborador en BCN Content Factory y estoy interesado principalmente en escribir sobre economía, empresa y los mercados financieros.