Las ondas gravitacionales; escuchando el Universo

Juan Francisco Jimenez Jacinto Juan Francisco Jimenez Jacinto

Hace unos días se anunciaba la detección de las ondas gravitacionales. Además de una nueva prueba de la validez de la teoría de la Relatividad General formulada por Einstein, este hito es comparable al día en que a Galileo le dio por estudiar los cuerpos celestes a través de un telescopio. Hasta ahora todo lo que conocemos sobre el universo lo hemos visto a través de telescopios. Construimos telescopios más sofisticados y potentes con la idea de ver más, mejor y más lejos en la oscuridad del universo. Lo que nunca habíamos hecho hasta ahora es escuchar el universo. Las ondas gravitacionales son ondas que se propagan bajo principios equivalentes a las ondas de sonido, por lo que las ondas gravitacionales no se observan, más correcto es decir que se escuchan. Además de observar el universo desde ahora vamos a poder escucharlo.

Hasta ahora estábamos ante el universo como quien observa una ópera con tapones en los oídos. Nos hemos quitado los tapones y nos abrimos a lo que el universo nos dice. En efecto, toda interacción entre los cuerpos celestes genera teóricamente ondas gravitacionales, de forma que, en cierto sentido, estamos en medio de una gigantesca sinfonía celestial.

Se abre una nueva y fascinante rama de la astrofísica, gracias a la cual sabemos que podremos conocer mejor fenómenos llenos de misterio como la colisión de agujeros negros o la formación de las galaxias. Como cuando Galileo descubrió inesperadamente lunas orbitando Júpiter, gracias a la detección de ondas gravitacionales vamos a toparnos con descubrimientos que se escapan a lo que podemos imaginar a día de hoy. No cabe duda de que vivimos una época dorada para la astronomía, y no parece que hayamos alcanzado aún el apogeo.

Juan Francisco Jimenez Jacinto

Es profesor de Periodismo en la Universitat Abat Oliba CEU