Carlos Enrique WaltematheLa Valmont Barcelona Bridal Fashion Week (VBBFW), organizada por Fira de Barcelona, ha vuelto a superar sus propios récords en su 29ª edición. Los desfiles de 35 firmas y los más de 28.000 vestidos y complementos expuestos en el ‘trade fair’ han atraído a más de 22.000 visitantes de 88 países, casi 2.000 más que en 2018.
Este evento es, sin duda, uno de los más importantes a nivel mundial. Susan Miller, encargada de ventas de la firma estadounidense Zac Zac Posen, asegura que “todo aquel que sea alguien en el mundo de la moda viene a VBBFW.” Según la experta se trata de la mejor, “incluso por encima de Milán y Londres.” En particular, los diseñadores agradecen cada año la dedicación de la Fira de Barcelona y la atención a los detalles en los decorados del recinto ferial.
Ratificando su gran poder de convocatoria internacional, el salón ha contado con la oferta de más de 429 firmas, un 15% más que el año pasado. De estas el 74% fueron marcas internacionales de 34 países, lo que representa el mayor porcentaje de su historia. Al certamen han asistido más de 1.300 compradores estratégicos, contactados directamente por el salón (key buyers), el 86% internacionales procedentes sobre todo de Italia, Alemania, China, Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Japón, y Brasil, todos países ‘objetivo’ del salón en su proceso de internacionalización.
‘The bigger the better’
En cuanto a los vestidos desfilados y expuestos durante la semana de la moda, se ha notado una tendencia clara hacia los diseños voluminosos y extravagantes. La mayoría de los diseñadores han apostado por el encaje y la pedrería, combinado con faldas de princesa y velos kilométricos para vestir a sus novias.
Se trata de un’ trend’ que empezó hace unos años con grandes diseñadores como Zuhair Murad o Ralph & Russo. Hemos pasado de llevar vestidos básicos de seda que estaban de moda a principios de los 2000 a buscar detalles, brillo, plumas y extravagancia. El vestido de hoy tiene que impresionar, tiene que dejar boquiabierto y asegurar que la novia sea el centro de atención en su día especial.
Evidentemente, como hay gustos para todo, diseñadores como Zac Posen ha seguido apostando por los modelos aparentemente sencillos que destacan por su comodidad y calidad de tejidos. En la VBBFW su equipo ha presentado en primicia su colección asequible Zac Zac Posen, que se basa en reinventar los diseños de alta costura desfilados por grandes estrellas como Uma Thurman o Laverne Cox, con tejidos menos extravagantes. De esta forma vestidos que normalmente costarían mínimo 12.000 dólares, se pueden obtener por 5.000 dólares.
Marta Raich, presidenta de VBBFW, ha asegurado que “esta edición ha marcado un antes y un después en el recorrido de Fashion Week que, con determinación e ilusión, ha conseguido situarse en el ‘front row’ de las ferias y eventos mundiales dedicados a la moda nupcial”.
