El Gobierno da un respiro a los autónomos en plena crisis del coronavirus

Material de oficina autónomos
Calculadora, bolígrafo y facturas: material esencial de un autónomo
Carlos Manzano Martín Carlos Manzano Martín

La crisis de la Covid-19 ha llevado al Gobierno de España a aprobar medidas extraordinarias para proteger a los trabajadores por cuenta propia, más conocidos como autónomos. Dentro de este pack de decisiones del ejecutivo, publicado en el BOE este 30 de marzo, se encuentra la moratoria de seis meses para empresas y autónomos en el pago de las cotizaciones sociales, en el que, con un 0,5% de interés, podrán retrasar el desembolso obligado a la Seguridad Social entre los meses de abril y junio de este año.

El principal problema de los autónomos, especialmente aquellos que están dentro de lo que se consideran “servicios esenciales de primera necesidad”, son los costes fijos y los trabajadores a los que emplean y que, ahora, no pueden desarrollar su función. En este sentido, la petición de un ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) ha servido de salvaguarda para poder mantener el negocio y poner en pausa a esos empleados que por las circunstancias actuales del estado de alarma han tenido que enviar a casa.

La paralización de las cotizaciones a la Seguridad Social para estos trabajadores por cuenta propia ha dado un respiro a su economía. Cabe recordar que el nivel de autónomos en la economía española es muy elevado, sobre todo después de la crisis de 2008, cuando muchas personas que perdieron su puesto de trabajo, quedando desempleados, y vieron en la creación de su propio negocio una nueva salida. Con esta moratoria de seis meses, el gobierno de Pedro Sánchez pretende frenar la escalada de desocupados en España.

Improvisación de medidas

Muchos autónomos han celebrado esta medida extraordinaria publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el pasado 30 de marzo, aunque los parches a las decisiones adoptadas por el ejecutivo español han creado recelo entre el colectivo. La Ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, tuvo que dar explicaciones por el “permiso retribuido” al que estos trabajadores por cuenta propia, por su propia naturaleza, no tienen acceso.

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La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, en una foto de archivo / Ministerio de Trabajo y Economía Social

“Este Gobierno no deja a nadie atrás, ni en las grandes ni pequeñas empresas, los autónomos, las trabajadoras de casa, los que están en paro”, aseguró Díaz, el pasado 30 de marzo. La ministra de Podemos, además, recordó que el objetivo de esta crisis del coronavirus es que “no la paguen los de siempre”, haciendo la comparativa con la económica que se produjo en 2008. A pesar de estas explicaciones, el cambio de última hora en el decreto deja fuera de este “permiso retribuido” a los autónomos, los cuales tampoco podrán recuperar las horas, aunque si podrán continuar con su actividad pese al endurecimiento del estado de alarma actual.

Autónomos en primera línea

Dentro de todas estas medidas rápidas, sobre acierto y error, los autónomos son, en su mayoría, los que están aguantando los servicios esenciales en España durante estas semanas de confinamiento. Ahora respiran tranquilos por la moratoria de seis meses en el pago de cotizaciones a la Seguridad Social, pero eso no soluciona todos sus problemas.

Cristina Espín, autónoma y propietaria de Pastisseries Llorenç en Viladecans
Cristina Espín, autónoma y propietaria de Pastisseries Llorenç, en Viladecans (Barcelona) / Cedida

Cristina Espín, autónoma y propietaria de Pastisseries Llorenç en Viladecans (Barcelona), asegura que “ha habido un bajón muy importante en lo que respecta a la clientela habitual”. En este sentido, la pastelera presta un servicio de primera necesidad por la venta de pan y alimentos, aunque no le permiten servir en la cafetería: su principal fuente de ingresos y donde emplea a 14 trabajadores. “Al cerrarme la cafetería y dejarme solo el pan, estamos recaudando muy poco. Por ello, he tenido que mandar a casa a 12 de los 14 empleados y posiblemente tenga que pedir un ERTE”, explica Espín. Porque, aunque el Gobierno le haya dado un respiro en la cotización social, eso no soluciona todos sus problemas económicos producidos por la Covid-19.

El tabaco, más allá de la alimentación, también se ha convertido en un servicio de primera necesidad. Juan Serrano, autónomo y propietario del estanco número 4 de Sant Boi de Llobregat (Barcelona), dice que “ha aumentado la afluencia de gente estos días”, en contraste con la pastelera de la ciudad vecina, porque muchas personas vienen a “por reservas” y “compran mucha cantidad de tabaco”. En su caso, Serrano celebra la medida adoptada por el Gobierno, aunque hace una petición al ejecutivo más allá del ámbito económico: “Por el negocio que tenemos, hemos de soportar el riesgo de contagio, pero deberían facilitar las mínimas medidas de protección porque estamos en contacto con muchas personas diariamente”.

Estas medidas de contención económica, quizás todavía insuficientes, han sido celebradas por todos los sectores económicos. El presidente de las Cámaras de Comercio de España, José Luis Bonet, también ha aplaudido la nueva normativa, aunque ha avisado que hay que actuar “con contundencia” para que estas medidas “se materialicen y no se queden en pura retórica”.

Carlos Manzano Martín

Reporterismo para aprender cómo funciona el mundo. Bajo esta premisa trabajé como redactor y locutor en Catalunya Ràdio, y desde hace dos años descubro las historias más cercanas como redactor en El Llobregat. Aula News supone, para mí, un nuevo reto con enfoque local dentro del ámbito universitario.