Nunca imaginé que fuera posible viajar al futuro. Pero desde mi mesa de Nüa Smart Restaurant, ubicado en la calle Gran de Gràcia 167 (Barcelona), fue posible. Mientras quedaba embaucada con los colores vivos de sus mesas táctiles al puro estilo ‘tablets’ de última generación, pensaba qué se cocía en los fogones del que fuera el primer ‘smart restaurant’ europeo y el 12º del mundo. Una especie de desasosiego recorría mi cuerpo. Estaba deseando probar bocado de aquello que mostraba mi mesa, puesto que la carta, al igual que todo el restaurante, era interactiva y podía ver en vídeo cómo se hacía cada uno de los manjares que ofrecía el restaurante. No miento cuando digo que en algún que otro momento me dieron deseos de atravesar la mesa-pantalla, como si tal película de ‘Matrix’ se tratara.
Mesas interactivas del restaurante Nüa / Alba Ranchal Muñoz
Sabor y diversión en el plato
Los camareros eran de carne y hueso. Cosa que me tranquilizaba y me hacía volver al presente. Atentos en todo momento, con gran aptitud y actitud, con “C”, el personal de Nüa fue un plus en mi experiencia por el ‘smart restaurant’. En tiempos de Covid la hostelería ha sido uno de los sectores más perjudicados, y me atrevería a decir maltratado. Pese a las limitaciones que conlleva la situación, se preocuparon de que todo estuviera a la altura. Y lo estuvo. Aparecen los primeros platos por la mesa. En aquel momento estaba en plena partida de dominó (uno de tantos juegos que ofrece la mesa interactiva), pero me pudo más el hambre y la pinta que tenía el tartar de atún con mango. ‘Pause’ al dominó, ‘start’ al ‘deleite’.
Gastronomía con I+D
Tuve el placer en mi viaje al futuro de probar un sin fin de platos que me ofrecieron en un menú degustación especial para la ocasión. Un acto más de generosidad y buen llevar de un restaurante o negocio en estos tiempos tan difíciles. El tataki de salmón, los tacos de pollo, el tartar de buey con foie y trufa, y el Smart Poke Gourmet conquistaron mi paladar, pero mi corazón palpitó como tal enamorado por el solomillo hecho a baja temperatura y pasado por el horno. Este plato fue mi favorito, ya no solo por el sabor, si no porque tuve el placer de probarlo en exclusiva ya que todavía no forma parte de la carta. Un detalle más por parte de Nüa, que muestra la gentileza que destila todo el personal de la casa. Pero mi alma la vendí al diablo con el brownie de chocolate. En ese momento quise casarme con el cocinero. Me daba igual quién fuera, como se llamara, de dónde era, yo solo quería ese brownie de chocolate todos los días de mi vida. ¡Qué espectáculo de postre!.
‘Pet-friendly’
En ese viaje futurista, me di cuenta que los animales también podían disfrutar de la experiencia. En Nüa Smart Restaurant tienen un dispensador de comida y agua para las mascotas. No solo son ‘person-friendly’, si no que también ‘pet-friendly’. Una ‘smart pet experience’ en toda regla, con el objetivo de que las mascotas que acompañen a los comensales puedan disfrutar de una comida saludable, que les evite alergias y dolores estomacales cuando coman fuera de casa.
El bienestar del cliente es primordial en Nüa, y eso se nota. Tan agradable fue mi viaje gastronómico que decidí volver de nuevo al día siguiente. Necesitaba mostrar al mundo esas mesas interactivas con juegos, con las que pude elegir mi menú y pedir la comanda. Un lugar divertido, futurista, con comida de vanguardia y cuidadoso de cada detalle. Así es Nüa Smart Restaurant, el futuro en nuestro presente.