Los jóvenes son uno de los colectivos de edad más susceptibles a notar los cambios provocados por el Covid-19. Carla Águila, de 20 años y quien trabaja como dependienta los fines de semana, asegura haber notado los efectos directos de pandemia. “Cuando estás mucho rato delante de una pantalla, tu cerebro piensa que estás despierto, y cuando quieres dormir no puedes. Esto ha provocado que tenga insomnio”, cuenta la barcelonesa, refiriéndose al uso desmedido de las pantallas durante la cuarentena.
Águila, como la mayoría de gente de su edad, ha sufrido un deterioro en las horas de descanso y su ritmo circadiano se ha visto alterado. Esta afectación está directamente ligada con el retraso de la fase del sueño, que es una de las consecuencias directas de este desorden. Debido a la falta de obligatoriedad de asistir presencialmente a clase por el confinamiento, los adolescentes tienden a meterse y a salir de la cama mucho más tarde. Esto provoca un desajuste en el ciclo natural de energía de nuestro cuerpo y motiva un cambio de nuestro reloj biológico.
Reposo y trabajo
“Si nuestro cuerpo deja de fabricar melatonina a la hora correspondiente, nuestro sueño no aparece hasta mucho más tarde”, explica el doctor Francisco Segarra de la Clínica del Son Dr Estivill, quien también asegura que el cuerpo está diseñado para reposar de noche y trabajar de día.
La dificultad para conciliar el sueño es otra de las secuelas. El consumo de sustancias estimulantes, la falta de ejercicio físico o la poca estimulación mental son algunas de las razones por las que esto sucede. Además, la prevalencia del insomnio ha subido considerablemente hasta el 45% en todas las edades y ha habido un claro repunte de las pesadillas. “Me voy a dormir tarde y quizá me despierto a las tres de la mañana. Luego no hay quien me vuelva a dormir”, relata Águila preocupada.
Por tal de volver a sincronizar el ciclo del sueño, los expertos recomiendan seguir unas normas de higiene de este. Se debe reducir el uso de aparatos electrónicos, practicar deporte de manera regular, establecer un horario fijo para comer e irse a la cama y evitar bebidas que contengan cafeína o alcohol al comienzo de la noche. Asimismo, es recomendable estar expuesto a la luz natural mínimo dos horas al día y eludir situaciones de estés inadecuadas. Si Carla quiere poder volver a conciliar el sueño deberá seguir a rajatabla estos consejos.