¿Diversión o peligro?

Cuidemos la fiesta en Barcelona. Según un estudio realizado por el Ayuntamiento de Barcelona, el 27% de los barceloneses tiene como máxima preocupación respecto al ocio nocturno la percepción de falta de seguridad. Mientras en otras ciudades españolas como Sevilla o Madrid el índice de criminalidad baja considerablemente, en la ciudad condal, estos datos no dejan de aumentar las últimas semanas.

La capital catalana, últimamente, es noticia por temas ajenos a las fiestas. Abusos, peleas, robos o violaciones son algunos de los delitos que se cometen cada fin de semana en diversos lugares festivos de la ciudad. Salir de fiesta en Barcelona se está convirtiendo en una verdadera batalla campal. Sitios emblemáticos tan preciosos como Vila Olímpica o Barceloneta son algunos de los puntos donde se reúnen las bandas para consumar sus delitos. Son profesionales y tienen una misión clara: robar e intimidar en los mejores casos. Hay personas que salen con el objetivo de divertirse y hay otros individuos que salen para tratar  que nadie se divierta, salen a delinquir.

Medidas más duras

El problema existe y es innegable. Cuando el peligro se sobrepone a la diversión es que algo se está haciendo mal. Y esto está ocurriendo con demasiada frecuencia. ¿Cuántas víctimas más tiene que haber para que se tomen medidas más serias? Cuando el problema se repite tantas veces es que quizá el problema no es de un individuo o dos, lo tiene la sociedad, que mira a otro lado. ¿Por qué no mostramos el rostro y decimos el nombre o la nacionalidad del agresor, por qué le protegemos? Hay que proteger a las víctimas, hay que proteger los derechos. Miles de personas de todo el mundo vienen a disfrutar del ocio en Barcelona, hagámoslo posible.

Por tanto, es un hecho que Barcelona es, sin ninguna duda, una de las mejores ciudades del mundo para disfrutar la noche. Para que esto ocurra sin altercados, tenemos que proteger nuestra ciudad y para ello necesitamos castigos ejemplares. Que los delincuentes se lo piensen dos veces antes de actuar. Mejoremos la seguridad de nuestros jóvenes y garanticemos tranquilidad a los padres.