Desfiles

¿Es la moda realmente inclusiva, o no?

La diversidad que representa no es una representación completa de la sociedad

Modelos en desfile de moda inclusivo.
Modelos en desfile inclusivo / Pinterest
Sara Fernández Sara Fernández

En los últimos años se ha hablado mucho de moda inclusiva. Actualmente se puede considerar una tendencia utilizada por muchas marcas, ya sea porque comparten esos valores o simplemente por vender. Pero aunque recientemente se han logrado grandes avances, ¿son estos suficientes?

La industria de la moda sigue teniendo grandes aluviones de críticas a pesar de la “inclusión” que integran en sus marcas. Esto sucede porque la sociedad, o al menos gran parte de ella sigue sin sentirse reflejada con lo que muestran. Y si nos fijamos, cuando hablamos de moda inclusiva seguimos viendo desigualdades.

La integración e inclusión que nos muestran es básicamente la representación de diferentes etnias, y la de modelos ‘curvy’. ¿Y acaso a esto se le puede llamar moda inclusiva? Sigue habiendo muchos colectivos en la sociedad que siguen sin encontrar representación en este sector y siguen sin encontrar modelos con los que se sienten identificados.

Y es que difícilmente encontramos otro tipo de representación, tanto en campañas publicitarias como en desfiles. En ocasiones, y no muchas, en ciertas campañas de marcas de moda más moderna si encontramos una representación más amplia de la diversidad. Pero en cuanto a desfiles, especialmente los de marcas grandes, si encuentras alguno, casi que se podrían contar con los dedos de una mano.

Una verdadera inclusión, donde haya más representación, es difícil de encontrar. Aun así, al menos parece que las pequeñas marcas luchan por un futuro inclusivo y por combatir las desigualdades. Como es por ejemplo el caso de la marca 108 joyas que en sus desfiles acoge a todo tipo de colectivos.

Con una verdadera inclusión, me refiero a que, además de representar otras etnias y tallas, encontrar representaciones de distintos grupos de edades, distintas identificaciones sexuales, discapacidades, alturas… Una representación en la que toda la sociedad pueda sentirse identificada. Y es más sencillo de lo que parece, desde luego más sencillo que integrar la robótica en las pasarelas.

Discriminar a alguien porque “le faltan unos centímetros”, o en general por su aspecto físico, sus gustos e ideas, o sea por el motivo que sea es una tontería. La moda es un arte y va mucho más allá de todo esto. Las etiquetas y los prejuicios deben dejarse a un lado.

A pesar de una falta de inclusión más completa, por suerte, la moda ya ha dado un pequeño gran paso. Empezando a dar visibilidad a la diversidad o al menos a una parte de ella. Y aunque queda un largo camino por recorrer, ya ha comenzado una nueva era en la industria. O eso parece.

La moda no será realmente inclusiva hasta que haya una integración más representativa de la inclusión en las grandes pasarelas y hasta que ello pase a ser algo habitual. Hasta entonces solo podemos hablar de una moda “inclusiva” que no muestra correctamente como es la sociedad. Y dar gracias a las redes sociales por dar visibilidad y voz a los colectivos que la moda ignoraba.

Sara Fernández

Soy estudiante de doble grado de Periodismo, Publicidad y Relaciones Públicas. Me gusta mucho la comunicación.