Lorena Muiños Diéguez¿Copia o iniciativa? El nuevo Spotify Camp Nou todavía no ha abierto sus puertas y la polémica ya está servida. El club quiere bautizar las entradas del nuevo coliseo blaugrana. La iniciativa de homenajear a leyendas no es ninguna novedad. El RCD Espanyol ya lo hizo en la inauguración de su nuevo estadio, en la que incluso está presente el exentrenador del Barça, Ernesto Valverde, en el acceso 89. Los pericos sentencian que es una réplica, los culés que es la manera de rendir tributo a la historia en un ‘espai’ que representa el futuro.
La entidad azulgrana espera abandonar Montjuïc en noviembre de 2024. Las obras van a buen ritmo y se espera que con el retorno del club el estadio ya pueda acoger a 65.000 espectadores. Es decir, que esté al 60% de su capacidad. La última gradería, el anillo superior, donde se hayan los asientos VIP, y la cubierta se acabarán de reformar mientras el equipo juega. Se prevé que a finales de 2025 la capacidad ya sea del 90% y que las obras finalicen en 2026. Para aquel entonces algunos fans ya podrán entrar por la puerta Luis Enrique o Ronaldinho.
¿Quién ha construido el mejor asiento del Spotify Camp Nou? 👷🔩🪑🏟️ pic.twitter.com/7zqp2V06bV
— FC Barcelona (@FCBarcelona_es) February 27, 2024
Los imprescindibles en las puertas
Messi ha de coronarse con la puerta número diez sí o sí, aunque igual se merece algo más tras la pésima despedida que le organizó el ex presidente, Josep Maria Bartomeu. Otro indispensable es Ladislao Kubala, principal artífice del cambio de estadio. El héroe de Wembley, Ronald Koeman, también ha de tener su lugar, ya que gracias a él el club consiguió su primera Champions. Pep Guardiola y Johan Cruyff. El primero alcanzó el famoso sextete. El segundo, construyó lo que fue para muchos el ‘Dream Team’, y el nombre del terreno de juego del Barça Atlètic sabe a poco.
Según una encuesta elaborada por el diario ‘Sport’, otros de los afortunados serían Carles Puyol, uno de los defensas más icónicos de la entidad y que indudablemente merece ese reconocimiento, junto a otro mítico zaguero Gerard Piqué, a pesar de que su último baile en ‘Can Barça’ destacara más por sus ‘affairs’ que por su brillante toque de balón. Andrés Iniesta, el ángel salvador de Stanford Bridge en las semifinales de la ‘orejona’ en 2009, y Xavi Hernández, su acompañante en la medular, al que se le rendiría homenaje como jugador, no por las hazañas de entrenador, desde luego.
Ronaldinho Gaúcho merece ser otro afortunado, sin un ápice de duda. Leyenda del club, estilo de juego único, impacto cultural y conexión emocional con los aficionados, son algunas de las razones que lo avalan. Su presencia en el estadio sería apropiado dada su contribución al Barcelona y al fútbol. Joan Gamper, por su parte, encarnaba los valores de deportividad, ‘fair play’ compromiso. Su legado representa la esencia misma del club y lo que este significa para sus seguidores. El nombre de Gamper en una puerta serviría como recordatorio de los orígenes e historia del club, así como de los valores que continúan guiando su camino hacia el futuro.
Los clásicos también cuentan
Sergio Busquets es el mejor centrocampista defensivo que ha pasado por el FC Barcelona. A día de hoy, su ausencia ha pasado factura en la medular blaugrana, dejando ver la necesidad de un fichaje de las mismas características que él, ya que Christensen no es precisamente un jugador confiable para sacar el balón entre centrales.
La ganadora de dos balones de oro consecutivos, Alexia Putellas, merece un acceso al nuevo campo. Igualmente, Antoni Ramallets es considerado uno de los mejores guardametas que han pasado por el club. Formó parte de la plantilla desde 1946 hasta 1961 y aunque su rendimiento es equiparable al de Marc André Ter-Stegen bajo palos, este merece un homenaje digno de un portero que alzó cinco ligas y tres Copas del Generalísimo (hoy en día, Copas del Rey). Además de sus habilidades en la portería, Ramallets era conocido por su liderazgo e influencia dentro del vestuario.
La dupla de Luís Suárez merece dos puertas: una para cada uno. Por un lado, el único español en ganar un balón de oro. Por el otro, el “pistolero”, que dijo adiós al Liverpool para en seis temporadas convertirse en el tercer máximo anotador de la historia del Barça. El que cerraría esta lista de imprescindibles es Luis Enrique: gran jugador y entrenador. Consiguió alzar numerosos títulos cuando estaba dentro del campo y posteriormente llevando la batuta desde el área técnica. Su último hito: la remontada del 6-1 al PSG, equipo que dirige actualmente.
