Virginia Pizzaro: “Ser modelo implica encontrarte con muchos noes por el camino”

Virginia Pizarro es una modelo y actriz valenciana de origen americano (Michigan, Estados Unidos, 1980) ha trabajado con muchas de las mejores firmas en diversas campañas publicitarias como Lidl, Pandora, Activia, o Lexus. Además, ha desfilado para los mejores diseñadores nacionales en MBFWMadrid, 080 BCN Fashion y MBFW New York con el diseñador valenciano Manuel Fernández. También ha desarrollado su carrera como actriz trabajando con directores de cine como Oliver Stone o Isabel Coixet.

P. ¿Qué le animó a entrar en el mundo del modelaje? 

R. Cuando era adolescente había una revista que se llamaba Ragazza y ahí estaban las supermodelos como Naomi Campbell, Christy Turlington o Cindy Crawford. Esas mujeres eran diosas griegas para mí. En esta revista hicieron un concurso para ser modelo, y yo mandé las fotos por correo, pero no me respondió nadie, aunque si algo soy en esta vida es perseverante. Yo tenía una compañera de clase que era modelo, y un día ella tenía un casting para hacer unos desfiles y me animó para hacerlo juntas y al final nos cogieron a las dos. Como no tenía agencia me llevó a la suya para que me representaran y ahí comenzó todo.

Sombra aquí, sombra allá

P. ¿Qué preparación requiere un desfile o unas sesiones de fotos?

R. Básicamente, la preparación es ir con el pelo limpio y duchado, lo demás te lo hacen allí.  Antes de ir al desfile, se hace una prueba de vestuario o un fitting: te prueban la ropa, luego se hace un ensayo y, por último, el desfile. A veces hay coreografías y otras veces no, pero eso te lo suele enseñar una persona del equipo. En las sesiones de fotos generalmente hay una historia que hay que seguir. El fotógrafo, el estilista y la maquilladora tienen un moodboard y son los que te explican de qué va la historia y en base a eso, como modelo tienes que tener una actitud u otra ante las cámaras.

P. ¿Cómo consigue los castings? 

R. Te los suele proporcionar la agencia donde trabajas. Hay modelos que hacen castings por libre sin tener representantes. Yo sinceramente estoy más tranquila trabajando con una agencia porque me representan muy bien, saben lo que es mejor para mí y leen y reelen los contratos, asegurándose que todo está correcto. Sin embargo, cuando trabajas por libre muchas veces el tema de los pagos y de cobrar tus derechos de imagen es bastante difícil.

P. ¿Y cómo es el proceso?

R. En cuanto al proceso, el primer paso es que la agencia te envíe al casting que creen que cuadra contigo. Antes se acudía a un plató para hacerlo, pero ahora, después de la pandemia, se puede hacer el videocasting, de esta manera puedes hacerlo desde tu casa y enviarlo directamente a la productora. Una vez enviado el material, si le has gustado al cliente, te opcionan, que quiere decir que tienes posibilidades de hacer ese trabajo, pero no que te han cogido definitivamente. Después haces un callback, donde tú acudes a un plató, y ahí el cliente te da indicaciones más precisas de lo que quieren de ti  y, por último, te dicen si has sido escogido o no.

No todo es color de rosa

P. ¿Cuáles son los mayores retos que ha vivido como modelo?

R. Realmente, el mayor reto ha sido saber gestionar el rechazo. Ser modelo implica encontrarte con muchos noes por el camino. Se hacen muchos castings y en la mayoría te dicen que no y al principio de esta profesión duele. Eso sí, es un alivio que una vez que entiendes que no te han cogido hay mil castings más para presentarse. Otra cosa muy dura es gestionar el estar solo. Cuando tienes que irte a vivir fuera una temporada larga pasas muchos momentos de soledad. Además, cuando empecé a viajar tenía que ir a un locutorio para hacer llamadas y solo podía llamar de vez en cuando porque valía mucho dinero y al principio en esta profesión no se suele tener un poder adquisitivo alto. Sin embargo, ahora puedes estar en contacto cuando quieras y donde quieras.

P. ¿En algún momento ha tenido que enfrentarse a críticas o estereotipos?

R. Sí. Cuando empecé a trabajar, tenías que tener unas medidas determinadas. La gente te criticaba si en vez de 90 cm de cadera medias 92 y eso genera mucha inseguridad con tu cuerpo. Además, muchos comentarios cuando eres adolescente te los sueles tomar bastante mal. La falta de experiencia hace que las cosas no te resbalen tanto y las personas queriendo guiarte a veces no tienen mucho tacto. Hay que tener cuidado con los comentarios porque pueden llegar a generar un desorden alimenticio. Yo no lo he tenido, pero conozco a compañeras que lo han sufrido y todavía los tienen. Gracias a Dios, la cosa ahora ha cambiado y todos los cuerpos son válidos y están representados.

De la pasarela a la interpretación  

P. ¿Qué es para usted lo más gratificante y lo más ingrato de este sector?

R. Para mi lo más gratificante es ver el resultado de los trabajos que he hecho y lo más ingrato es que muchas veces te quedas a las puertas de hacer grandes cosas pero tienes que aprender a entender que otra persona encajaba mejor que tú.

P. ¿Qué momentos han sido memorables en su carrera como modelo y actriz? 

R. Mi primer desfile. Estaba muy nerviosa porque no sabía desfilar y me tuvo que enseñar mi amiga en el lavabo del lugar donde ensayábamos.  También recuerdo  la semana de la moda en Valencia y los desfiles de Madrid en Cibeles.

P. ¿Algún recuerdo más?

R. Hace 7 años hice una campaña de publicidad a nivel mundial para Lidl y tuve que rodar en Los Ángeles con Heidi Klum. Nunca había estado en unos platós tan impresionantes y con unos equipazos tan profesionales. A día de hoy, lo más gratificante que estoy haciendo es actuar.  Después de 10 años de cursos de interpretación, el año pasado por fin conseguí meter la cabeza en la industria del cine. Estuve rodando una serie en Grecia y este verano pasado rodé la serie ‘La academia’ en la que interpreto a Claudia Velázquez, la madre de uno de los protagonistas. Se estrenó el 1 de abril en TV3 y el día 2 en Amazon Prime Video. Ahora mismo estoy en una nube.

Habitar en la piel de otros

P. ¿Le quedan sueños por cumplir?

R. Un montón. Tirando alto, me encantaría trabajar con directores de cine como Guy Ritchie, Pedro Almodóvar o Tarantino. Ahora me gustaría llegar a tener un personaje con continuidad en una serie, por ejemplo, seguir interpretando a Claudia en la serie de “La academia”. Es muy bonito habitar y evolucionar en la piel de otra persona.

P. ¿Cuáles son sus futuros proyectos o metas?

R. Cruzo los dedos para seguir con la interpretación. Aunque ahora acabo de ser mamá y estoy muy centrada en esta fase tan bonita de mi vida. Ya me entrará otra vez esa hambre voraz, pero en estos momentos estoy disfrutando de mi bebé.

P. ¿Qué consejos le daría a aquellas personas que aspiran a ser modelos?

R. En esta profesión cada uno debe ser único y maravilloso. Debe aflorar su aspecto interno, que es lo que le gusta a la gente, siendo siempre fieles a ellos mismos. También  aconsejo que encuentren una agencia en la que se sientan cómodos. Que puedan hablar y preguntar cualquier problema.