La quinta edición del Festival de Cine La Inesperada se celebró en Barcelona del 20 al 23 de febrero de 2025. Estos actos, centrados en el cine de no ficción, tuvieron lugar en la Filmoteca de Catalunya, el Cinema Zumzeig y el CCCB. Desde su creación en 2021, el evento ha mantenido un formato estable y una programación cuidadosamente seleccionada. Su objetivo ha sido ofrecer un espacio para obras documentales y experimentales, muchas de ellas fuera del circuito comercial.
La Inesperada se ha caracterizado por ser un festival no competitivo ofreciendo una cuidada selección de obras de no ficción. Su estructura incluye tres secciones principales: Atómica, Cuadecuc y Supernova. Además, cuenta con actividades complementarias como el laboratorio EXIT, dedicado a proyectos en desarrollo, y diversas charlas y encuentros con cineastas.
En esta última edición de 2025, la sección Atómica presentó como película inaugural ‘A Fidai Film’ del cineasta palestino Kamal Aljafari, presente durante el metraje. También incluyó cortometrajes sobre festividades y celebraciones populares como ‘Mosaic Català Número 2’, de Eusebi Ferrer Borrell, un documental de 1933 sobre la fiesta mayor de Sant Cugat, y ‘Festa Major’ de Jean-Baptiste Alazard, filmado en 2024, que retrata la celebración en el pueblo de Fillols, en los Pirineos.
La sección Cuadecuc se centró en producciones catalanas, destacando ‘El espíritu de la araña’ de Antonia Rossi y ‘Organizar la indisciplina’ de Pere Alberó, ambos estrenos en Cataluña. Supernova, por su parte, estuvo dedicada al cine argentino de temática social, con proyecciones de documentales como ‘Tire Dié’ de Fernando Birri y ‘Los Totos’ de Marcelo Céspedes.
Entre las propuestas más innovadoras de esta edición destacó una sesión de cine experimental en 3D liderada por el cineasta y programador estadounidense Blake Williams. Esta experiencia inmersiva utilizó diversas técnicas de visualización tridimensional, con una perspectiva única de la historia del cine en 3D. Miquel Martí Freixas, programador, docente, crítico cinematográfico y codirector del festival destaca que este tipo de sesiones, que incluyen elementos como proyecciones en 16mm o actuaciones en vivo, “buscan proporcionar experiencias sensoriales únicas que no pueden replicarse en entornos domésticos”.
Según Freixas, aunque la estructura del festival se ha mantenido constante desde la segunda edición, cada año se renueva la programación y las propuestas artísticas. Además, este año, el laboratorio EXIT otorgó por primera vez un premio de 2.000 euros al mejor proyecto en desarrollo, reforzando su compromiso con la creación emergente.
La Inesperada ha mantenido una asistencia constante de aproximadamente 1.200 espectadores por edición, consolidándose como un referente en el ámbito del cine de no ficción en Cataluña. El festival ha logrado atraer a un público diverso, incluyendo tanto a jóvenes como a adultos, interesados en propuestas cinematográficas alternativas y de vanguardia.
Freixas señala que, aunque el impacto internacional del festival es modesto debido a su tamaño, su influencia en el panorama cultural catalán ha sido significativa, ofreciendo una plataforma para obras que, de otro modo, podrían pasar desapercibidas.
Adaptación durante la pandemia
La primera edición de La Inesperada estaba prevista para septiembre de 2020, pero debido a la pandemia de Covid-19, se pospuso a febrero de 2021. En ese momento, las salas de cine operaban al 50% de su capacidad y el uso de mascarillas era obligatorio. A pesar de estas restricciones, el festival se llevó a cabo con éxito, reflejando el deseo del público de participar en actividades culturales presenciales. En el contexto post-pandémico, el público tiende a consumir más contenido en pantallas domésticas, lo que exige a los eventos presenciales ofrecer propuestas especialmente atractivas para motivar la asistencia. En palabras de Freixas, “La Inesperada ha apostado por sesiones originales e irrepetibles, como proyecciones en formatos analógicos o con intervenciones en vivo, enfatizando la importancia de la experiencia compartida en sala”. Esta estrategia busca destacar el valor añadido de la experiencia presencial frente al consumo digital.