Finanzas

¿Bancos más grandes o más solventes?

El sistema financiero podría acabar sufriendo las consecuencias de la alta concentración bancaria

Collage bancos
De izq. a dcha.: Josep Oliu, presidente de Banco Sabadell; Sergio Ermotti, CEO de UBS; y Carlos Torres Vila (presidente de BBVA). Elaboración: Ignacio Delgado
Ignacio Delgado Sicilia Ignacio Delgado Sicilia

En los últimos años, casos como la opa hostil de BBVA sobre Sabadell y el rescate de Credit Suisse por parte de UBS han vuelto a poner sobre la mesa una pregunta clave: ¿necesitamos bancos más grandes o bancos más solventes? Durante décadas, ha habido cierta creencia que cuanto más grande es un banco, más seguro es. Pero la realidad es que cuando los cimientos tambalean, ni la historia ni los activos salvan a una entidad. Se están creando y consolidando gigantes bancarios que, cuando tambalean, ponen en jaque a todo un sistema financiero. 

Credit Suisse, por ejemplo, tenía 160 años de historia, un balance abultado y presencia internacional. Pero su problema no era su tamaño, sino su mala gestión, los escándalos financieros y una crisis de confianza que llevó a una fuga masiva de depósitos. Cuando un banco pierde la confianza del mercado, no hay balance que lo sostenga, todo está perdido. UBS tuvo que acudir al rescate hace dos años, creando un gigante aún mayor en Suiza. Ahora, el sector bancario suizo depende casi íntegramente de una sola entidad, lo que a largo plazo podría generar problemas estructurales, y ya empieza a crear ciertos roces con el gobierno del país. 

Crecer por encima de todo

En España, por otro lado, BBVA intenta justificar su opa sobre Sabadell con la promesa de eficiencia y escala, pero la fusión plantea ahora mismo más dudas que certezas. Menos competencia, una integración tecnológica y operativa muy compleja y el riesgo de que, en lugar de fortalecer el sistema, termine debilitándolo. El Sabadell no es un banco en crisis ni tiene problemas de solvencia, más bien todo lo contrario, por lo que la operación responde más a una estrategia de consolidación agresiva en busca del beneficio propio que a una necesidad real del mercado. Este tipo de movimientos no siempre benefician a los clientes, sino a los accionistas y a las propias entidades, que buscan crecer a toda costa.

Oficinas BBVA y Banco Sabadell
Oficinas de BBVA y Banco Sabadell. Fuente: Pinterest

El problema no es el tamaño, sino la solvencia. Un banco sólido es el que gestiona bien su riesgo, tiene suficiente capital y puede operar sin depender de rescates públicos. Desde la crisis del 2008, la regulación ha endurecido los requisitos, pero sigue habiendo algunas sombras: entidades con estructuras demasiado complejas, alta dependencia de la deuda pública y modelos de negocio que se sostienen en ingresos volátiles como lo pueden ser las comisiones. Si algo falla, o la incertidumbre llega, como lo estamos viendo hoy mismo con el plan arancelario de Trump, la factura la pueden terminar pagando las personas de a pie. 

Solvencia y confianza en los bancos

Las fusiones pueden aportar estabilidad en algunos casos, pero no deberíamos asumir que agrupar bancos los hace automáticamente más seguros. La historia nos ha enseñado que los gigantes también caen, y cuando lo hacen, arrastran a todos con ellos. La clave no es el tamaño, sino la confianza. Y esa no se mide en activos, sino en solidez real.

La banca no necesita más concentración, sino más transparencia, más prudencia y modelos de negocio sostenibles a largo plazo. La cuestión aquí no es cuántos bancos quedarán tras esta ola de fusiones y adquisiciones, sino si los que queden serán realmente más seguros.

Ignacio Delgado Sicilia

Soy estudiante de tercer curso de periodismo en la Universidad Abat Oliba CEU de Barcelona, con un certificado complementario en Social Media y Data Journalism. Soy colaborador en BCN Content Factory y estoy interesado principalmente en escribir sobre economía, empresa y los mercados financieros.