Opinión

Sin más

Lo que para Portugal es lo mejor de su cocina, en España se puede comer en cualquier bar

Gastronomía portuguesa: Bacalao a la brasa con patatas, gambas, pimiento y brócoli
El ‘bacalhau à bras’ es el pato típico de la gastronomía portuguesa. Fuente: Àlex Laborda
Àlex Laborda Temprado Àlex Laborda Temprado

Los españoles somos fieles defensores de nuestra gastronomía. Ante el mundo siempre hemos sacado pecho, enalteciendo nuestros mejores platos. Platos principales como la tortilla de patata, la paella, el gazpacho, entre otros, o dulces como las torrijas, la crema catalana, la tarta de Santiago. Sin duda, podemos estar orgullosos de todas nuestras creaciones y del magnífico sabor y magia que tienen.

Conocemos la gastronomía y los platos típicos de muchos lugares del mundo, pero, ¿por qué nadie habla de nuestros vecinos? ¿Qué se come en territorio luso? Pues seguramente si nadie habla de ella, por algo será. Esto no quiere decir que los alimentos sean de mejor o peor calidad o sabor, porque todo el mundo conoce los Fish and Chips. Un plato que poco puede presumir. Por suerte, este fin de semana viajé a Lisboa para probar y conocer cuáles son sus platos “más típicos”. 

Gastronomía portuguesa

Entre los platos más típicos de Portugal se encuentran el bacalhau a bras, el bifinho ao alhiño y las francesinhas. La calidad de los productos es magnífica, pero cualquiera de sus “maravillosos platos” se pueden comer en España como “básicos”. Por lo tanto, en cuanto a la originalidad, nula y simple. El único que podría destacarse y diferenciarse del resto es la francesinha. Un plato con un alto nivel calórico y graso. Nada saludable.

Pastelitos de Belém

En algo que sí pueden destacar, es en los dulces. Los más típicos son las farofias y los pasteis de Belém. Pero aquí sería mejor opinar por separado. Por un lado, debes ser un gran amante del dulce para que te entusiasmen las farofias, ya que es un dulce muy empalagoso. En cambio, los pasteis de Belém son un postre mucho más ligero con un sabor delicioso. Pero, aquí sí, aunque hayan sido más originales, estos postres no se pueden comparar a nuestra torrija, crema catalana o ensaimadas.

¿Es realmente buena?

El poder conocer y degustar la comida portuguesa me ha hecho plantearme algunas cuestiones. ¿Cumple realmente la función de ser una buena gastronomía de cara al mundo? ¿Por qué son tan poco originales? ¿Puede ser por el clima? Italia también tiene un clima mediterráneo, pero sus platos típicos destacan notablemente. Sin embargo, para la gastronomía portuguesa hay luz al final del túnel. La originalidad de lo dulce contrasta con las carencias del resto de sus “platos fuertes”.

Àlex Laborda Temprado

Soy estudiante de tercero de periodismo en la Universidad Abat Oliba CEU y actualmente estoy trabajando como redactor junior en la sección ‘Comer’ en La Vanguardia. Me apasiona viajar y conocer nuevas culturas, además de mi especialidad, el deporte, más concretamente el fútbol. Posterior a empezar el grado en Periodismo estuve cursando dos años de economía en la Universidad de Barcelona.