SERIAL

Caso Asunta: cuando el hogar se volvió en crimen

Una década después, la pareja Porto-Basterra sigue siendo el rostro de un asesinato sin respuestas claras

Misterio
Recorte de ABC sobre el Caso Asunta. Fuente: Hemeroteca ABC
Júlia Francino Linares Júlia Francino Linares

El 21 de septiembre de 2013, alrededor de las 22:30 horas, una pareja que caminaba por una pista forestal en el municipio de Teo, a las afueras de Santiago de Compostela, descubrió el cuerpo de una menor. El cadáver, parcialmente cubierto con hojas, fue identificado pocas horas después como el de Asunta Basterra Porto, una niña de 12 años, de origen chino y adoptada por una pareja de abogados compostelanos.

Ese mismo día, su padre, Alfonso Basterra, había denunciado su desaparición ante la Policía Nacional. Según su testimonio, la menor había salido por la tarde con su madre, Rosario Porto, y no había regresado a casa.

Lo que inicialmente parecía una desaparición dio un giro inmediato con la aparición del cuerpo. La investigación fue asumida por la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV), que desde el principio consideró que el crimen había sido planeado y cometido por alguien del entorno cercano de la víctima.

Primeras evidencias e hipótesis de la intoxicación

El informe preliminar de la autopsia determinó que Asunta había muerto por asfixia mecánica. Además, se hallaron restos de lorazepam —una benzodiazepina utilizada como ansiolítico— en su organismo, en cantidades muy superiores a las terapéuticas. La presencia de este fármaco se convirtió en uno de los pilares de la acusación: los forenses concluyeron que Asunta había estado siendo drogada con regularidad semanas antes de su muerte.

Paralelamente, los investigadores revisaron grabaciones de cámaras de seguridad en el trayecto entre el domicilio familiar y la finca de Teo donde apareció el cuerpo. Rosario Porto fue captada en su vehículo con la niña la misma tarde del crimen. Esa imagen, sumada a contradicciones en las declaraciones de ambos progenitores, motivó la detención de la madre el 24 de septiembre, y del padre al día siguiente.

Durante la instrucción, la Fiscalía sostuvo que ambos progenitores habían urdido un plan conjunto para acabar con la vida de su hija adoptiva. Entre las teorías planteadas, destaca la tensión por una posible separación entre Rosario Porto y Alfonso Basterra, lo que habría desatado un conflicto en torno a la custodia de la menor. También se consideró, aunque fue descartada judicialmente, la cuestión de la herencia: Rosario era la única heredera de sus padres y Alfonso no tenía acceso a esos bienes, lo que podría haber provocado resentimientos. Y por último, se planteó una hipótesis aún más perturbadora: la existencia de posibles abusos por parte del padre, respaldada por la aparición de material comprometedor, lo que podría haber llevado a Asunta a descubrir algo que sus padres quisieron ocultar a toda costa.

La versión oficial sostuvo que la menor fue drogada durante la comida del mediodía, sedada durante varias horas y, finalmente, trasladada en coche por su madre hasta el bosque de Teo, donde fue asfixiada con una cuerda o con las manos. La falta de señales de defensa corporal en la víctima se atribuyó al estado de sedación.

Juicio y pruebas determinantes

El juicio comenzó en septiembre de 2015 en la Audiencia Provincial de A Coruña, con jurado popular. Durante más de un mes, declararon más de ochenta testigos y numerosos peritos. La Fiscalía presentó como pruebas clave: la compra de lorazepam por parte de Rosario Porto en farmacias locales. Restos de fibras naranjas (coincidentes con una cuerda hallada en casa de los padres) en la ropa de la víctima. Declaraciones contradictorias entre los acusados. Y finalmente, testimonios de profesores y conocidos que habían notado somnolencia frecuente en Asunta semanas antes de su muerte.

La defensa alegó falta de pruebas directas, ausencia de móvil y cuestionó los análisis forenses. No obstante, el 30 de octubre de 2015, el jurado declaró culpables por unanimidad a ambos progenitores. La sentencia les impuso 18 años de prisión por asesinato con agravante de parentesco.

Desenlace en prisión y estado actual del caso

Rosario Porto fue trasladada entre varias prisiones debido a su delicado estado psicológico. Intentó suicidarse en varias ocasiones, hasta que el 18 de noviembre de 2020 fue hallada sin vida en su celda del centro penitenciario de Brieva (Ávila), tras haberse quitado la vida.

Alfonso Basterra sigue cumpliendo condena hasta 2031 en el centro penitenciario de Teixeiro (A Coruña). Ha mantenido su inocencia y ha recurrido la sentencia sin éxito ante tribunales superiores.

A pesar de la contundencia del veredicto, el caso Asunta continúa generando interrogantes, especialmente en torno al móvil del crimen. La sentencia estableció que “no era necesario establecer un móvil concreto para probar la autoría”, pero este vacío ha sido objeto de debate entre juristas y criminólogos.

Tras una década después del asesinato de Asunta, el caso sigue siendo objeto de análisis, documentales y debates públicos. Más allá de las condenas, persiste la incómoda sensación de que algunas piezas del rompecabezas siguen faltando. En el silencio del bosque de Teo, aún resuenan preguntas que nadie ha logrado responder del todo.

Júlia Francino Linares

Soy alumna de tercero del doble grado de Periodismo (con Data Journalism y Social Media) y Ciencias Políticas. Interesada en el estudio de diferentes idiomas, el protocolo y la comunicación política. También disfruto con las redes sociales, la historia, y la escritura.