Serial

El crimen de Marta del Castillo: un caso sin cuerpo y con demasiadas versiones

Dieciséis años después, la familia continúa exigiendo que se revele su paradero, mientras se sigue generando dudas sobre lo ocurrido

Recorte del ABC sobre el Caso Marta del Castillo. Fuente: Hemeroteca ABC
Júlia Francino Linares Júlia Francino Linares

Marta del Castillo, de 17 años, desapareció el 24 de enero de 2009 en Sevilla. La última vez que fue vista con vida salía de su casa en el barrio de Tartessos para encontrarse con su exnovio, Miguel Carcaño. Horas más tarde, su familia denunció su desaparición, y al día siguiente comenzaron las labores de búsqueda, primero en el entorno cercano y luego en toda la ciudad.

La investigación policial avanzó rápidamente y, apenas una semana después, el 13 de febrero, Miguel Carcaño confesó haber asesinado a Marta en su domicilio y, junto a un amigo, deshacerse del cuerpo arrojándolo al río Guadalquivir. La confesión causó un enorme revuelo en la opinión pública.

Un crimen, múltiples versiones

Lo que parecía una confesión clara se convirtió en una cadena de contradicciones. A lo largo de los años, Carcaño ha ofrecido hasta siete versiones distintas sobre cómo ocurrió el crimen y qué se hizo con el cuerpo. Las investigaciones incluyeron búsquedas en el río, en vertederos y en propiedades de la familia, todas sin resultados.

Además de Carcaño, otros jóvenes fueron imputados, entre ellos su hermano Francisco Javier Delgado, su novia y otros dos amigos. Sin embargo, todos, excepto Carcaño, fueron absueltos. El principal acusado fue condenado en 2011 a 21 años y tres meses de prisión por asesinato y ocultación del cadáver, aunque no por violación, al no poder confirmarse esta agresión.

Un juicio mediático y una familia incansable

Desde el inicio, el caso fue seguido minuto a minuto por los medios de comunicación. Cadenas de televisión desplazaron reporteros a Sevilla, se organizaron programas especiales, tertulias y reconstrucciones. La opinión pública se volcó, y la presión mediática fue constante, incluso durante el proceso judicial.

Antonio del Castillo y Eva Casanueva, padres de Marta, han mantenido viva la memoria de su hija. Han dado entrevistas, han exigido justicia, han impulsado reformas legales y han encabezado manifestaciones. Su lucha incansable ha mantenido el caso en la agenda pública durante más de una década.

Aunque existe una condena firme, la ausencia del cuerpo de Marta del Castillo impide que el caso se considere cerrado, tanto para su familia como para buena parte de la sociedad. La falta de una verdad definitiva y el constante desfile de versiones han alimentado durante 16 años un debate que trasciende lo judicial. Hoy, el caso Marta del Castillo es símbolo de dolor y lucha, pero también del modo en que justicia, medios y opinión pública pueden entrelazarse de forma compleja, convirtiendo un crimen en un fenómeno social y mediático.

Júlia Francino Linares

Soy alumna de tercero del doble grado de Periodismo (con Data Journalism y Social Media) y Ciencias Políticas. Interesada en el estudio de diferentes idiomas, el protocolo y la comunicación política. También disfruto con las redes sociales, la historia, y la escritura.