La ración de Combate del Ejército Español es un elemento fundamental para garantizar la operatividad de las Fuerzas Armadas. Su diseño y contenido están pensados para satisfacer las necesidades nutricionales y logísticas de los soldados en cualquier situación. Estos menús se consumen durante las maniobras, que suelen hacerse cada dos meses. Cada unidad recibe distintas raciones, diseñadas para conservarse durante largos períodos y soportar condiciones climáticas extremas.
¿Qué contiene el kit?
Este kit de racionamiento contiene diferentes alimentos. Por ejemplo, puede consistir en un sobre de sopa de verduras, que se mezcla con agua caliente, acompañado de un primer plato, como una lata de judías verdes con jamón, otra como segundo plato, de calamares en aceite vegetal, un acompañamiento de una lata de paté y un postre como melocotón en almíbar. Todo complementado con un `pack´ de pan galleta. Todos estos productos están envasados de forma que no caduquen, ya que resisten de forma duradera sin necesidad de refrigerar. “Son de las mejores de Europa por no decir las mejores y eso se agradece. Depende de cual te toque, hay algunas muy buenas con fabada, cocido o albóndigas”, reconoce uno de los soldados.
Además, viene equipado con los complementos necesarios para su cocción. Suele incluir pastillas depuradoras de agua, de combustible sólido, un estuche de cerillas y un horno quemador. También puede tener una bolsita de papel celulosa, una crema dental fluorada, un chicle, un desinfectante instantáneos para manos y cuatro sobres de polvo isotónico con vitamina C, que se echa a la cantimplora llena de agua y tiene las dosis exactas para todo el día.
Valor Nutricional
En cuanto al valor nutricional, los menús suelen ser dictados por un nutricionista para que contenga todos los nutrientes necesarios. El objetivo de estos racionamientos es que se adapten a las condiciones de ejercicio físico de los militares y que aporten la suficiente energía para su rendimiento. Según la OTAN, la distribución de los macronutrientes se ajusta a sus propios estándares: las proteínas rondan entre un 12-15%, las grasas entre un 30-35% y los hidratos de carbono un 55-60%. Los lotes de ración son reconocidos por los Servicios de Intendencia y aceptados de conformidad por cumplir todos los requisitos exigidos en el Código Alimentario Español y Reglamentación Técnico Sanitaria.
Diseño y paquete
Una de las recientes mejoras es en el diseño de paquetes, ya que buscan su practicidad y están envueltas de manera más compacta para que abulten menos y permitan un traslado más cómodo. “La palabra es práctico, es lo que mejor define a las raciones. Te da la fuerza y la energía que necesitas para seguir con tu trabajo”, declara un militar. Además, el nuevo kit incorpora alimentos que requieren de agua caliente, lo que, según los propios soldados, mejora su calidad, pero puede resultar no tan práctico en situaciones donde hay poco tiempo para la cocción.
La palabra que define perfectamente a estas raciones es práctica. A pesar de no ser las mejores en lo que a sabor se refiere, son rápidas de hacer, nutritivas y eficaces frente a las necesidades de los militares. Gracias a su mejora en productos y el balance nutricional que ofrece, estos menús representan una gran parte de importancia en el entorno militar, ya que, sin ellas, los soldados no pueden mantener un buen rendimiento físico y afrontar las exigencias de las maniobras realizadas.
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