Juan Francisco Jimenez JacintoContinuamente recibimos información sobre estadísticas de pobreza, mortalidad infantil, enfermedades curables en Occidente pero difícilmente en los países subdesarrollados, etc. Tanto los medios de comunicación como los diferentes gobiernos nos intentan “Formar” únicamente dándonos la información, como si por tener unas datos bien presentados ya supiéramos qué hacer para acabar con la pobreza, las enfermedades, etc.
UNICEF va alertándonos de cosas, una de ellas es la precaria situación de los niños que han quedado huérfanos porque sus padres mueren de sida. Esta información la podemos leer como cualquier otra noticia o lo podemos hacer pensando qué podemos aportar. Muchas veces nos podemos sentir impotentes con lo que pasa en el mundo. Esta impotencia se puede tornar en indiferencia a las pocas horas, contribuyendo de una manera fatal a la perpetuación de las injusticias.
Las noticias que difunden UNICEF, la UNESCO, la OMS, etc. son un claro ejemplo para afirmar que con la información no es suficiente para acabar con un problema, ya que llevamos décadas siendo “informados” de estos problemas y parece que poco se ha hecho para solucionarlos. Nos vemos desbordados por información y, en general, asumimos que estos problemas no tienen solución, nos rendimos a la problemática en lugar de buscar una solución posible.
¿Quién no ha escuchado la expresión: “Si cada ciudadano occidental diera 3€ al día acabaría la pobreza en el mundo“?. Parece una solución sencilla, no se lleva a cabo porque no estamos preparados (o educados) para acabar con la pobreza en el mundo. La información ya la tenemos, ¿por qué no actuamos? Porque, siguiendo el ejemplo anterior, a muchas personas les es indiferente o lejana la situación los niños de África, y es que conocer la solución a un problema no quiere decir que el solucionamos ni que nos pongamos en camino automáticamente.
