Pol Masnou VintróMuchas personas creen que las abejas tienen un papel secundario dentro del ecosistema mundial. De hecho, a menudo se comete el error de pensar que estos animales solamente sirven para producir la miel que se compra en los supermercados. Sin embargo, su rol es tan importante que el equilibrio de la vida depende de ello.
Una de las funciones más importantes que las abejas llevan a cabo es la polinización. Este proceso permite que las flores sean fecundadas para que den frutos y semillas, lo cual es la base de la biodiversidad. Además, garantiza la producción de un tercio de los productos que el hombre y otras especies consumen frecuentemente.
Su relevancia dentro de la cadena trófica, pues son el alimento de varios tipos de aves y otros animales insectívoros, y su faceta productora, que no solo se centra en la miel, sino también en el própolis y la jalea real, son otros aspectos que confirman su importancia.
Peligro de extinción
La subsistencia de las abejas, por eso, pende de un hilo, pues año tras año su población va menguando a niveles estratosféricos. Existen diferentes tipos de factores que afectan gravemente a estos insectos y que no actúan de forma independiente, sino que están relacionados entre sí. Sin embargo, hay un solo causante de todos ellos: el ser humano.
El primer factor es la pérdida de hábitat, la degradación de ecosistemas o su completa destrucción o la sustitución de bosques y campos por extensiones de cultivos. Otro elemento para tener en cuenta es la fragmentación del entorno que provoca el aislamiento genético de las distintas colonias de abejas y la consanguinidad.
El aumento de especies invasoras también favorece a la desaparición de estos insectos, debido a la aparición de nuevas enfermedades y parásitos como los ácaros. El cambio climático y la contaminación también están teniendo un impacto muy grande en estos insectos, además de afectar a muchas más especies animales y vegetales.
En el caso de que estos seres se extinguieran muchas especies vegetales no podrían reproducirse, así como varias especies animales se quedarían sin su principal fuente de alimento. Asimismo, el ser humano sufriría una grave crisis alimentaria, ya que alrededor de un 84% de los cultivos comerciales depende de la polinización que las abejas realizan.
Soluciones
Para poder salvar a las abejas se deberían implementar diferentes medidas enfocadas al sistema de cultivos, la contaminación, la destrucción de hábitats, etcétera. Por otro lado, a nivel individual hay varias cosas que se pueden hacer al respecto:
- Reemplazar productos de horticultura que no lleven sustancias dañinas para estos animales.
- Consumir productos ecológicos, locales y de temporada para apoyar al sistema de agricultura ecológica.
- Localizar a los apicultores cercanos y comprar productos que provengan de la colmena como la cosmética de cera, miel, própolis y jalea real para apoyar la crianza sostenible de abejas.
- Crear un ecosistema de diversos hábitats basándonos en la rotación de cultivos para controlar plagas y favorecer a las abejas.
- Apoyar aquellas peticiones de organizaciones ecologistas para animar a las autoridades a que protejan las abejas como la que hizo Greenpeace.
Todavía hay tiempo para evitar la desaparición total de las abejas, y no será por falta de soluciones. Está en nuestras manos revertir esta situación antes de que sea demasiado tarde para reaccionar. Las abejas son la base de la vida, sin ellas no hay mundo posible.
