Cuidado de la piel

¡No te quemes en Semana Santa!

Aplicarse un protector solar para resguardarse de los rayos del sol es imprescindible durante estos días festivos

Un hombre se aplica en las manos fotoprotector en un día poco soleado.
Un hombre se aplica protector solar en las manos/ Marta Jorge
Marta Jorge Marta Jorge

La Semana Santa ya está aquí y con ella empieza a asomarse el buen tiempo. Surgen las ganas de paseos al aire libre aprovechando que los días son más largos, para sacar el máximo partido de los últimos rayos de sol. Aunque para muchos aún es una época en la que es innecesario, el protector solar es esencial en cualquier momento del año sin excepciones.

El sol es capaz de producir en la piel múltiples lesiones. Entre las menos peligrosas se encuentran las reacciones alérgicas y entre las más frecuentes destacan las manchas o arrugas producidas por el envejecimiento cutáneo secundario a la lesión de las fibras de colágeno. En cualquier caso, el daño potencial más temido y peligroso es el cáncer de piel.

Imagen de un melanoma maligno en el brazo
Melanoma cutáneo/ Doctora Ana Molina

La doctora Ana Molina es dermatóloga en la Fundación Jiménez Díaz de Madrid, coautora del ‘podcast’ ‘De piel a cabeza’ y presentadora del espacio ‘Cuestión de piel’ en ‘Las mañanas de RNE’. En declaraciones a AULA NEWS explica que “hay varios tipos de cáncer de piel, pero el melanoma es el más conocido y el más agresivo por su elevada capacidad para diseminarse a distancia”.

Según la guía de práctica clínica de melanoma publicada en en ‘Actas Dermo-Sifiliográficas’ en 2020, la tasa de incidencia del melanoma en España es de casi 9 casos por cada 100.000 personas y año. Además, es el tumor cutáneo con mayor mortalidad dada su incidencia y pronóstico.

Protector solar y radiación

Prevenir la aparición temprana de arrugas o manchas y, sobre todo, librarse del cáncer de piel es posible. La clave está en el uso adecuado de fotoprotectores solares que actúan como un escudo que evita los daños más graves del astro rey en la piel. Hoy existe una amplia gama de protectores solares, disponibles en múltiples formatos y con gran variedad de texturas. Los productos comercializados protegen contra la radiación ultravioleta B (UVB), aunque algunos también contra la radiación ultravioleta A (UVA), los infrarrojos (IR) y la luz visible (LV). En la parte exterior de los envases aparece un número y las letras SPF, que indican la protección contra la radiación UVB del producto. Un SPF mayor o igual a 50 se considera una protección muy alta, mientras que el SPF de 20-30 indica fotoprotección media-alta.

2 protectores solares con protección muy alta
Imagen de dos protectores solares de protección muy alta/ Marta Jorge

Lo recomendable en países como España es usar un SPF de 50 o superior, especialmente en las personas de piel clara y los niños. De hecho, incluso utilizando una protección muy alta, conviene evitar el sol antes de los 6 meses de edad. Según Molina, “la piel de los niños es aún sensible e inmadura”. De hecho, la especialista aclara que “el factor más asociado al cáncer de piel son las quemaduras que una persona sufrió en la juventud, sobre todo, durante los primeros 20 años de su vida”.

Desgraciadamente, cada año son muchas las personas que esperan a que sea verano para preocuparse por el daño solar. De hecho, Google Trends muestra un patrón recurrente en lo referente al interés por el protector solar en España. Por ejemplo, el año pasado la tendencia de los usuarios en la búsqueda del término ‘fotoprotector solar’ alcanzó un pico doble entre julio y agosto como indica el gráfico inferior.

Tendencia de los usuarios españoles en la búsqueda del término fotoprotector solar en Google Trends

Cristina Sabater sabe bien que dejar la protección solar para el verano es un error que se puede pagar muy caro. Como corredora popular, a sus 36 años es una superviviente de un melanoma cutáneo. Empezó a practicar ‘running’ por afición con 26 y, desde entonces, ha participado en numerosas carreras. En declaraciones a AULA NEWS, Sabater explica su relación con los fotoprotectores antes del cáncer: “Yo pensaba que cuando salía a correr no hacía falta ponerse cremas y, a veces, ni siquiera las usaba en las carreras en las que el sol apretaba”.

La ‘runner’ tiene una piel clara y delicada. Un día acudió a su dermatólogo por una alergia y al médico le llamó la atención un lunar oscuro que tenía en el cuello. “Me dijo que la mancha tenía mala pinta y me la extirpó para analizarla. A los pocos días se confirmó el diagnóstico de melanoma”.  De esto han pasado ya 5 años y hoy celebra que sigue viva y libre de enfermedad. “Tuve suerte porque el tumor era pequeño, no era profundo y me lo cogieron a tiempo, pero el protector solar para mí hoy es imprescindible”, recuerda.

El protector solar ideal

Para la doctora Molina, la textura que debe tener un fotoprotector depende de la actividad que se realice al aire libre. Insiste en que “lo importante es aplicárselo muy bien para no dejar desprotegida ninguna zona de la piel”. Además, matiza la importancia de evitar los espráis en niños: “Para los más pequeños es mejor usar cremas de las que dejan la piel blanca, ya que tienen filtros minerales que se absorben menos evitando reacciones adversas y es más fácil saber dónde se aplicó el producto”.

Mujer joven corriendo al sol sin protector solar.
Mujer corriendo al aire libre/ Freepik

Desde el diagnóstico de melanoma, Sabater usa protector solar los 365 días del año. “Cuando corro me aplico crema antes de salir y también durante el trayecto. Aunque vaya a velocidad más lenta, tengo claro que proteger mi piel está por encima de batir cualquier récord personal”. Para actividades al aire libre como correr, Molina cuenta que “hay fotoprotectores con texturas ultraligeras que no dejan la sensación de tener la piel grasa”. De este modo, la sensación percibida en la piel es agradable y esa es una forma de hacer el producto atractivo además de proteger la piel del sol. “No obstante, cada deporte es distinto y por eso en los acuáticos, en los que también hay que protegerse, aconsejo productos en barra, mucho más grasos y con mayor permanencia en la piel”, señala.

Características del protector solar ideal

La paradoja solar

El protector solar es imprescindible y, a pesar de que parezca contradictorio, el sol también lo es. Sin él, no es posible la síntesis de vitamina D, una molécula necesaria para el buen funcionamiento de nuestro cuerpo por su participación en múltiples procesos biológicos. La revista ‘Nutrición Hospitalaria’ señala que la carencia de vitamina D se relaciona con enfermedades crónicas como osteoporosis, diabetes o hipertensión, entre otras.  Según este medio, alrededor del 50% de la población española tiene un déficit de vitamina D. Por tanto, es necesario resolver esta dependencia paradójica.  Tal como afirma la doctora, “no hay un consenso absoluto, pero parece que el uso de fotoprotectores de amplio espectro bloquea la síntesis de vitamina D”.

Es frecuente la tentación de prescindir del protector solar para asegurar los requerimientos diarios de vitamina. Sin embargo, ella lo desaconseja: “Tomar el sol sin protección no es una opción. De hecho, en España con solo 5 minutos en verano y 15 en invierno tenemos suficiente para fabricar vitamina D”. Bastará con dejar expuestas zonas como brazos o piernas sin protector dando un breve paseo, aunque “lo ideal es hacerlo fuera de las horas centrales del día que es cuando el sol es más peligroso para la piel”, asegura.

Convivir con la radiación

La piel posee una gran memoria a largo plazo. El acúmulo de radiación solar durante años pasa factura, desde arrugas o antiestéticas manchas al temido cáncer de piel. No obstante, convivir con la radiación del más famoso de los cuerpos celestes es posible además de imprescindible.

Aplicarse protector solar durante todo el año es un compromiso con uno mismo. Además, es la mejor crema antiedad para ayudar a mantener la piel joven y alejada de un tumor cutáneo. Dada la variedad de productos a la venta para protegerse del sol, es buen momento para quitarse por fin la venda de los ojos. Prevenir sin esperar a que llegue el verano es la opción más inteligente para tener una piel sana a pesar del paso del tiempo.

Marta Jorge

Estudiante de Periodismo en la UAO CEU