Joan García AlmedaNo hay ninguna duda de que el Parque natural de Collserola se ha convertido en el ‘Hyde Park’ de Barcelona. Y es que su belleza única y su variada oferta de pistas, senderos y trialeras hacen del parque un lugar donde refugiarse para miles de paseantes, ciclistas y otros deportistas.
Sin embargo, sí hay una ruta que destaca y que se ha convertido en una de las más concurridas es la que va desde el Tibidabo (Barcelona) hasta la masía de Can Borrell (Sant Cugat del Vallès). En este itinerario está el templo expiatorio del Tibidabo y sus espectaculares vistas a Barcelona; la ermita de San Medir, patrón de Sant Cugat del Vallés; el Restaurante La Masía de Can Borrell, sitio de resguardo de muchas personas que quieren reponer fuerzas con una agradable comida…
El Tibidabo no es solo un icono de la ciudad de Barcelona, sino también el inicio o destino de una larga y provechosa ruta por Collserola. Este punto del Parque ofrece tanto diversión, por el parque de atracciones; espiritualidad, por el propio Templo y unas espectaculares vistas de la ciudad de Barcelona. Otra figura que destaca del ‘SkyLine’ de la ciudad es la torre de comunicaciones de Collserola. Esta estructura de telecomunicaciones, construida en 1992 con motivo de los Juegos Olímpicos, es la segunda más alta de España. Sin duda, es un lugar que no pasa desapercibido y que es víctima de gran admiración por su gran tamaño.
Cuando se desciende por el camino que atraviesa Collserola, en dirección Sant Cugat, al cabo de un rato se llega a la ermita de San Medir. Parece ser que este santuario de estilo románico data, como mínimo, del siglo X. Ya que del año 962 es la primera referencia documentada de su existencia. Cada 3 de marzo gentes procedentes del barrio de Gracia y de Sant Cugat hacen una romería con sus carruajes y caballos hasta la ermita de su patrono. Durante el resto del año, este lugar permanece mucho más tranquilo convirtiéndose así en un sitio idóneo para hacer una pausa durante un trayecto al que no le falta nunca naturaleza, paz y distracción.
Parada deliciosa
Sin duda, uno de los emblemas de Collserola es el restaurante La Masía de Can Borrell. Un lugar donde muchos excursionistas suelen optar por hacer una parada para desayunar o comer, después de un gran esfuerzo por el Parque. No cabe duda que la Masía, existente desde el siglo XVIII, destaca por sus bocadillos como por su amplia carta de comida a la parrilla.
Sin embargo, Collserola no es solo esto. La magia del Parque se encuentra en cada espacio y rincón. Por esta razón, es fácil descubrir nuevos lugares que pocos conocen, pero todos quedan cautivados por su gran belleza e historia.
