Opinión

Si no te comes a tu mascota, ¿por qué a un pollo sí?

El veganismo es un estilo de vida que trasciende la alimentación y lucha por acabar con el sufrimiento de los animales

Imagen representativa sobre el veganismo/ Pinterest
Imagen representativa sobre el veganismo/ Pinterest
Anna Carricas Anna Carricas

El veganismo trasciende la alimentación. Es un estilo de vida que busca el rechazo y el sufrimiento no solo en la alimentación, sino que también en entretenimiento, cosmética, medicamentos, etcétera.

Debemos tener en cuenta que el especismo es la discriminación moral, al igual que el sexismo o machismo, pero hacia la especie, es decir, que los intereses de los humanos están por encima. Esta exclusión es la justificación a la opresión y explotación. Ningún animal quiere vivir una vida de tortura y sufrimiento por 20 minutos de placer sensorial humano.

A decir verdad, la percepción es la única diferencia. Un perro es lo mismo que una cabra, un ternero es lo mismo que un gato. Todos son animales que quieren sentirse queridos, jugar, crecer, vivir. Si entendemos que un perro o un gato puede tener sentimientos, ¿por qué un cerdo o un cabrito no? Nunca nos plantearíamos comernos a nuestra mascota, entonces ¿por qué a un pollo sí? Nos estamos comiendo los que podrían ser animales de compañía, y que lo son en algunos casos, únicamente porque no hemos establecido vínculos afectivos con ellos.

Nosotros somos animales omnívoros, es decir, tenemos la capacidad de sobrevivir comiendo materia vegetal o animal. No obstante, nuestro cuerpo no está adaptado para poder comer carne como lo hacen los animales carnívoros; no tenemos garras afiladas o colmillos que puedan desgarrar. Siendo omnívoros, podemos escoger qué dieta seguir y optar por una que no provoque daño y sufrimiento.

Veganismo, medioambiente y salud

Según el Banco Mundial y la ONU, la ganadería intensiva es una de las principales causas del calentamiento global, incluso por encima del que genera el transporte. El sector ganadero es el principal explotador de la tierra y contribuye a su desforestación, lo que juega un papel devastador en el cambio climático. El agua dulce es un recurso que está disminuyendo y un 70% se destina a la cría intensiva de animales. Se necesitan 60 veces más cantidad de agua para producir 1 kilo de carne que de trigo. Dicho de otra forma, se necesitan 14.000 litros más de agua para alimentar a un consumidor de carne que a un vegano al día (1.135 litros).

Por otra parte, las decisiones sobre lo que comemos podrían contribuir a una repartición equitativa del alimento en el planeta. Se necesitan 5 kilos de proteína vegetal para producir 1 kilo de proteína animal. Por esta razón, una quinta parte de la población humana (1.500 millones de personas) no tiene una nutrición adecuada y solo con un 10% del grano que se destina para alimentar ganado sería suficiente para satisfacer las necesidades calóricas de esa quinta parte erradicando el hambre en el mundo.

La OMS y 8 de los principales organismos norteamericanos de cáncer, corazón y dietética recomiendan pasarse a una dieta basada en vegetales, ya que esta puede reducir considerablemente las probabilidades de sufrir cáncer, enfermedades cardíacas o ciertos tipos de diabetes, entre otras dolencias. Se pueden adquirir todos los nutrientes que necesita nuestro cuerpo a partir de fuentes vegetales.

Se tardaron cientos de años en prohibir la esclavitud, en que las mujeres pudiéramos votar. Está en nuestras manos y platos apostar por el veganismo y no tener que esperar cientos de años más para respetar también a los animales.

Anna Carricas

Estudiante de periodismo. Interesada en el mundo de la moda, la gastronomía y la fotografía.