Internacional

López Obrador, en el punto de mira

Hay sospechas de que el presidente mexicano se relacionó con el crimen organizado

Presidente de México López Obrador
Paola Arenas Osornio Paola Arenas Osornio

Narco presidente, el  término está quedando marcado en el nombre de Andrés Manuel López Obrador (AMLO)  y se esta volviendo el sello del fin de su régimen. “Abrazos, no balazos”, un eslogan que ha acompañado la campaña política de  López Obrador. Pero, lamentablemente, este discurso mitotero es solo una fantasía del político mexicano, que hoy en día está dejando consecuencias terribles.

A pesar de las constantes negaciones del presidente mexicano de tener vínculos con el narcotráfico, con el reportaje del diario ‘The New York Times’ todo apunta que la política mexicana actual esta embarrada de relaciones sucias como es el crimen organizado.

El medio neoyorkino aclara que “parte de la información recolectada por los funcionarios estadounidenses provenía de informantes cuyos testimonios pueden ser difíciles de corroborar y en ocasiones resultan incorrectos”. Este párrafo es el que han compartido los periodistas amarillistas del régimen actual para tratar de limpiar a toda velocidad la imagen del presidente, proponiendo que hasta que no haya un vídeo del Mayo Zambada (líder del cártel de Sinaloa) dándole sobres de dinero a AMLO, todo es especulación y calumnias.

Pero si reflexionamos un momento es los escándalos de López,  él nunca se va a presentar a negociar directamente, pues él no hace el trabajo sucio, para eso está su círculo más íntimo. Como en 2015, que sus hermanos Pío y Martín López Obrador recibieron dinero en efectivo en sobres y bolsas de a 1000000 de pesos, y decían que AMLO  estaba perfectamente enterado de todo. Como en 2017, su secretario particular Alejandro Esquer, acusado de hacer depósitos bancarios pequeños en repetidas ocasiones para no levantar sospechas de lavado de dinero y para eso están sus hijos Andrés y Gonzálo López Beltrán que dirigen una enorme red de tráfico de influencias, donde otorgan millonarios contratos gubernamentales a sus íntimos amigos.

Andrés Manuel López Obrador nunca aparece, pero siempre aparece alguien de su círculo más cercano. López Obrador sabe todo pero no se mancha las manos, se manchan los otros y si toca desecharlos los desecha, para eso están y lo saben. Así lo ha demostrado el presidente mexicano, mientras sea su aliado esta en su equipo y sino, va contra el. El reportaje del ´The New York Times´ es una prueba más de que el eslogan “Abrazos, no balazos” es ficticio y que la palabra “narco presidente” forma parte de el.

Paola Arenas Osornio

Estudiante mexicana de periodismo. Interesada en temas políticos y deportivos. Con experiencia en empresas mexicanas y españolas.