ENTREVISTA

Alfonso Bauluz: “Convivir con la guerra parece que sea el estado natural del hombre”

El presidente de Reporteros sin Fronteras en España considera que la figura del periodista de guerra es y será fundamental

Alfonso Bauluz, presidente de Reporteros sin Fronteras en España
Alfonso Bauluz, presidente de Reporteros sin Fronteras en España. Fuente: JotDown
María de Diego María de Diego

El reportero de guerra tiene una labor fundamental para informar sobre lo que sucede en las zonas de conflicto. Su valentía y compromiso con la verdad son fundamentales para mantener informada a la sociedad y concienciar sobre lo que ocurre en el campo de batalla. En este sentido, las organizaciones no gubernamentales, como Reporteros sin Fronteras, desempeñan un papel esencial en la protección de estos periodistas, abogando por su seguridad y la defensa de la libertad de prensa en todo el mundo. De todo esto sabe mucho Alfonso Bauluz, presidente de Reporteros sin Fronteras en España, que aborda temas cruciales como la situación actual de los periodistas que cubren diferentes conflictos, los desafíos a los que se enfrentan y su futuro en el campo de batalla.

¿Cuáles cree que son los principales desafíos a los que se enfrentan los periodistas de guerra en la actualidad?

Quitando las cuestiones laborales y retributivas, que hoy en día desaniman mucho, quien quiere dedicarse a esto debe ver si tiene la capacidad para desarrollar este trabajo adecuadamente, porque deberá competir con un sector muy competente de la profesión. Y, además de las dificultades inherentes que tiene esta profesión, ser capaz de entender y explicar lo que está ocurriendo en un conflicto sin caer en el “buenos y malos”, por ejemplo. La información de un periodista de guerra debe ser irreprochable. 

¿Cómo afecta la censura y la represión a la labor periodística en zonas de conflicto?

El periodista recibe presión en todos los ámbitos de la información y todo el tiempo, da igual que sea económica, laboral, política, religiosa o militar, especialmente porque todo el mundo quiere que “contemos la feria como le va”. Partiendo de ahí, uno tiene que acostumbrarse a recibir esas presiones y aprender a lidiar con ellas.

¿Tan solo son presiones o se trata de algo más?

Una cosa son presiones y otra intoxicaciones; es decir, que alguien deliberadamente te pretenda engañar. Eso ya depende de la destreza y la habilidad del periodista para darse cuenta. Hay lugares en los que el acceso lo controla los combatientes; puede ser el ejército, tropas irregulares, una guerrilla, hasta un grupo terrorista. Obviamente, durante el tiempo en que estás bajo su control directo, a veces no es aconsejable contar cosas que te pueden llevar al calabozo, como poco. Hay que saber administrar la información. 

¿Y la autocensura?

Una cosa es que tú decidas que no quieres correr riesgos, o riesgos innecesarios, y otra cosa es que decidas no contar algo por razones varias. No es lo mismo decidir no contar una determinada información, que administrar cuándo cuentas esa información. Eso es absolutamente legítimo. Si quieres proteger una fuente, una de las cosas que tienes que hacer es tener en cuenta cuándo publicar la información para no poner en riesgo a la fuente. Siempre hay factores que aconsejan que administres con prudencia, sentido común e inteligencia la información que tienes para saber cuándo es el momento adecuado para publicar. Y esto vale aquí y en una guerra.

En el campo de batalla, ¿la situación de los periodistas freelance es igual que la de los que trabajan en medios?

No. Los que trabajamos en la plantilla de un medio tenemos todo el respaldo de ese medio. Un freelance puede trabajar con el assignement de un medio, que le da apoyo durante la misma, pero tiene que buscarse la vida permanentemente. Un periodista que trabaja en una plantilla tiene muchos problemas resueltos, aunque cuando estás sobre el terreno tienes las mismas dificultades. Es cierto que un periodista de plantilla está sometido a los ritmos de producción de una empresa y el freelance escoge a qué velocidad trabaja, cuánto tiempo dedica a un tema e incluso dónde va a trabajar. En algunos aspectos, es mucho mejor el trabajo que puede hacer un freelance porque no está constreñido por los cierres, las urgencias y las presiones. 

En la era de la digitalización, ¿la prisa por ser siempre el primero en publicar puede jugar malas pasadas, como por ejemplo revelar una posición?

La capacidad de distribución ha aumentado exponencialmente y además hay infinidad de emisores. Es verdad que hay veces que la prudencia aconseja no colaborar a que ocurran más desgracias. Son riesgos inherentes a este tipo de trabajo que existían mucho antes de que existiera internet. 

¿Es suficiente la colaboración entre organizaciones y gobiernos para proteger a los periodistas en áreas de conflicto?

Nunca se trabaja lo suficiente. A veces no solo no se trabaja lo suficiente, sino que estamos viendo ahora mismo cómo están asesinando periodistas en Gaza y muchos gobiernos occidentales que se dicen comprometidos con la defensa de la libertad de información están mirando para otro lado. No he escuchado las condenas de ninguno de los gobiernos europeos por el asesinato de más de un centenar de periodistas. 

¿Cómo ve el futuro del periodismo de guerra?

Nunca he vivido un año en que no hubiera guerras; convivir con la guerra parece que sea el estado natural del hombre. Creo que a partir de la primera guerra en la que un gobierno se fue al exilio digital – ocurrió en Georgia en 2008 – los conflictos serán cibernéticos. La destrucción no será con bombas, sino con ataques informáticos, la toma y el control de aeropuertos, centrales de suministro eléctrico y de agua, de sistemas bancarios y de todos los elementos estratégicos de una economía por parte del enemigo. El papel de los periodistas ahí no es con chalecos y cascos y cubrir eso va a ser un reto muy difícil. Los medios están perdiendo credibilidad, la sociedad prescinde de su concurso y la opinión pública no se forma a partir de datos contrastados y veraces. Este va a ser el problema, con conflicto o sin conflicto: bulos y desinformación que van a circular con cada vez más intensidad.

María de Diego

Estudio Periodismo y Publicidad y RRPP. Disfruto leyendo un buen libro, paladeando una melodía y sorprendiéndome de los detalles . "La naturaleza como pedestal, la excelencia como objetivo y la belleza por horizonte" Dominique Venner.