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El regreso psicológico a la normalidad

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Lucas Ramsés Cañete Lucas Ramsés Cañete
Paolina Isabella Santinato Paolina Isabella Santinato

Hace más de dos meses que España entera comenzó “la cuarentena”. El confinamiento era la medida más eficaz para combatir el coronavirus, que ya se ha llevado por delante la vida de casi 300.000 personas en todo el mundo. Pero ahora, cuando algunas provincias españolas han entrado en ‘fase 1’ y otras esperan iniciar pronto el desconfinamiento, es posible que se produzca un cambio psicológico que muchos pueden sentir tras estar encerrados en casa.

Secuelas psicológicas

El fin del confinamiento afectará de manera diferente a cada persona. “Hay individuos que empiezan a tener trastornos del sueño, ansiedad o cambios en el apetito. Lo que si observamos es que en líneas generales nos encontramos más sensibles”, explica Fabiana Torrellas, psicóloga clínica egresada de la Universidad Católica Andrés Bello y del Hospital Universitario de Caracas UCV. Ella cree que “hay que tener cuidado por que a su vez esto nos puede poner en una posición de reactivada que lleve a la violencia”.

Algunas de las secuelas psicológicas estarán muy generalizadas. “Creo que sobre todo deberíamos estar atentos al aumento de los miedos. Esta pandemia ha puesto de manifiesto la fragilidad de nuestras seguridades y ha establecido un panorama de incertidumbre. Dos elementos, con los cuales el humano acostumbra a tener una difícil relación”, argumenta la psicóloga clínica Irene Puig.

Sociales por naturaleza

Puig es miembro del Col·legi Oficial de Psicòlegs de Catalunya y realizó el Máster en Psicología General Sanitaria en la Universidad Abat Oliba CEU. Su experiencia profesional durante la pandemia le ha permitido ver “las dos caras” del ser humano. “De un lado, están aquellos que necesitan imperiosamente socializarse, y anhelan el día que todo vuelva a ser como antes. Pero, del otro, algunos han descubierto que con menos relaciones sociales están mejor, se han dado cuenta de lo sobrevaloradas que estaban dichas relaciones y la presión bajo la cual se veían sometidos”, dice la psicóloga.

En cualquier caso, Puig y Torrellas coinciden en señalar que el ser humano es un ‘animal social’ por naturaleza, y que desde el momento en que nacemos necesitamos relacionarnos con otros y sentir afecto. A pesar de la distancia, es importante “entender que el distanciamiento físico no implica un distanciamiento afectivo”, añade Torrellas.

Fabiana Torrellas remarca la importancia de seguir en contacto con los amigos / unsplash.com

¿Nueva normalidad?

El regreso a la vida pública es inevitable, aunque algunos señalan que será bajo una ‘nueva normalidad’. Puig no está convencida de que este termino sea correcto. “El primer consejo que daría, de cara a prepararse para el regreso, es precisamente romper con el concepto de ‘nueva normalidad’, y con la esperanza de que esta sea lo más parecida a la que perdimos cuando entramos en el confinamiento. La normalidad es cambiante y diferente, ahora de una forma más explícita, pero siempre lo es”.

Para encarar el desconfinamiento de la mejor forma, Torrellas ve clave retomar la rutina: “Es importante porque nos permite sentir que el tiempo va transcurriendo, nos da una sensación de control y estabilidad”. ¿Será la a veces tan odiada rutina la gran aliada en el regreso psicológico al mundo?

Lucas Ramsés Cañete

Nací en Buenos Aires (Argentina), llegué a Cataluña en 2007 y con 14 años decidí ser periodista. He trabajado en BCN Content Factory y actualmente colaboro en la revista comarcal “El Llobregat”. Creo que el periodismo tiene que contar lo que pasa en el resto del mundo, pero también pisar la calle y explicar la realidad más inmediata.

Paolina Isabella Santinato