Entrevista

Felipe Bejarano: “El fitness va más allá de contar calorías”

El entrenador personal colombiano lanza nuevo libro y cuenta algunas de sus claves para triunfar en el gimnasio

El destacado influencer colombiano del fitness, Felipe Bejarano
Felipe Bejarano, un apasionado del deporte volcado en el ‘fitness’/ Felipe Bejarano
Marta Jorge Marta Jorge

‘FIT’ TEST

💪🏻Entrenar mañana o tarde: mañana

💪🏻Entrenar brazos o piernas: piernas

💪🏻Días de entreno/semana: 5-6

💪🏻Entrenar en casa vs. gym: en casa

💪🏻Comida ‘fit’ favorita: proteína en polvo

💪🏻Comida ‘fat’ favorita: cereales ‘Lucky Charms’

💪🏻Bebida favorita: ‘H2Oh’

💪🏻Días seguidos sin entrenar: 3

💪🏻Clave nº1 para lograr resultados: constancia

💪🏻Estilo de vida ‘fitness’ perpetuo: por supuesto

Felipe Bejarano (1997, Colombia) es ingeniero de formación, aunque actualmente se dedica a la creación de contenido digital en el mundo del ‘fitness’ y al entrenamiento personal ‘on line’. También es embajador de la revista ‘Mass’, especializada sobre nutrición y deporte, e imagen de una marca de suplementos deportivos. Más conocido en redes como ‘bejaranofit’, posee una extensa comunidad de seguidores. Su pasión por el deporte se remonta a la infancia, aunque fue en 2013 cuando empezó a acudir al gimnasio con regularidad. Desde entonces, ha dedicado toda su vida profesional al ‘fitness’. Acaba de publicar su último libro, ‘Como, luego existo’, que pretende ser una guía definitiva de nutrición tanto para principiantes como para los que llevan años entrenando en un gimnasio.

Pregunta. ¿Cuál fue la razón por la que pisó un gimnasio por 1ª vez?

Respuesta. He crecido con el deporte, algo que llevo practicando desde la infancia. Jugué de portero en un equipo de fútbol durante años y el entrenamiento incluía sesiones de fortalecimiento muscular en el gimnasio. Llegué a reunir las aptitudes necesarias para convertirme en profesional, pero dar el salto a la élite dejó de formar parte de mis prioridades. Finalmente dejé el fútbol, pero seguí con el gimnasio, algo con lo que ya estaba familiarizado.

P. En su último libro, ‘Como, luego existo’, dice que cuando empezó en el mundo del ‘fitness’ cometió muchos errores por falta de información y por eso decidió escribir lo que le habría gustado saber entonces. ¿Qué errores cometió?

R. Mi mayor error fue que el desconocimiento me empujó a llevar el mundo del entrenamiento al extremo y acabé padeciendo anorexia. Imité conductas y patrones de entrenamiento que yo creía que seguía la gente corriente, hasta que me di cuenta de que ese no era el camino a seguir.

P. Más allá de lo físico, ¿hasta qué punto le afectó la anorexia?

R. Pagué un precio bastante alto. Con un trastorno de la conducta alimentaria te cierras también mucho en banda en lo social. Dejé de acudir a eventos y de relacionarme con gente para no salirme de un plan de alimentación que yo consideraba óptimo. También me afectó bastante mentalmente. Algunos días tenía una verdadera lucha interior por si debía o no comer ciertos platos y, por su puesto, que la gente me dijera que me veía demasiado delgado acabó haciendo mella en mí psicológicamente.

P. Pero usted consiguió salir.

R. Así es. Mi situación me motivó a investigar y a estudiar mucho sobre alimentación. Fue un proceso bastante largo que me permitió identificar que había cometido muchos errores y de que con ideas equivocadas como las mías otras personas podían acabar igual que yo. Haber sabido cómo enfocarme tanto en el ejercicio como en la dieta me habría ahorrado muchos problemas de salud.

P. ¿Cómo termina un ingeniero dedicando su vida profesional al mundo del ‘fitness’?

R. En realidad mi formación universitaria y el ‘fitness’ tienen mucho en común. Soy ingeniero agroindustrial, una carrera poco conocida que no existe como tal en muchos países. Esa formación me permite evaluar las necesidades de los consumidores y determinar cómo a partir de las materias primas disponibles es posible crear un producto con un determinado efecto en el cuerpo humano, además de diseñar también el proceso necesario para fabricarlo. Las posibilidades laborales que ofrece esta titulación son amplias, pero yo siempre me enfoqué en la parte de nutrición y entrenamiento incluso en los proyectos que realizaba mientras cursaba mis estudios.

P. ¿Por qué cree que la gente confía en usted para mejorar su aspecto físico?

R. Probablemente porque mi público sabe que baso mi trabajo en la evidencia científica. Actualmente asesoro personalmente a unas 200 personas de distintos países. No obstante, me gusta dejar claro que no poseo la verdad absoluta. Doy recomendaciones en base a mi formación y al aprendizaje que he obtenido tras equivocarme, pero soy una fuente más. Me parece importante que mis seguidores dispongan de un abanico amplio de expertos a los que recurrir cuando necesiten más información. Es la forma de tener una visión más amplia y poder adaptar a cada caso las recomendaciones de otros profesionales.

P. Los jóvenes siguen a referentes con cuerpos esculturales que a veces venden humo para conseguir seguidores. ¿Cómo logró hacerse un hueco entre los ‘influencers’ del ‘fitness’ ante una oferta tan amplia?

R. No es fácil. Me ha costado mucho rebasar los 500.000 seguidores en Instagram y captar la atención de la gente en redes es todo un reto. Hay que saber diferenciarse para tener visibilidad y yo sigo 2 estrategias. En 1er lugar, tengo que mostrar mi físico. Puede parecer algo superficial, pero vivimos en un mundo plagado de estereotipos. Demostrar a la gente que me aplico recomendaciones basadas en la evidencia con las que obtengo resultados en mi propio cuerpo es una forma de enseñar que en el ‘fitness’ bien entendido no hay trampa ni cartón. En 2º lugar, hay que ajustarse a las tendencias y gustos de los internautas. Mis seguidores valoran mis videos creativos en clave de humor y las infografías personalizadas con las que difundo mi mensaje. Es un material que les atrae y me permite llegar a más gente sin alejarme del rigor científico.

Infografías de Felipe Bejarano sobre fitness
Infografías de Felipe Bejarano que comparte en redes sociales para hacer llegar su mensaje sobre el ‘fitness’/ Felipe Bejarano

P. Señale los pasos a seguir de forma sensata para lograr perder peso sin poner en riesgo la salud.

R. Lo primero es fijar un objetivo. Mientras una persona con unos kilos de más busca perder algo de peso para volver a entrar en unos pantalones que ya no le sirven, otra puede tener un mayor nivel de exigencia y aspirar a mejorar su composición corporal ganando masa muscular. Definido el objetivo, recomiendo pedir ayuda a un profesional capaz de diseñar un plan de entrenamiento y alimentación en línea con la meta establecida. En el libro recuerdo que solo es posible perder peso con un déficit calórico, es decir, ingiriendo menos calorías de las que el cuerpo necesita para funcionar. No obstante, restringirlas drásticamente es peligroso porque las calorías representan la energía o combustible de nuestro cuerpo. Por tanto, la reducción debe ser siempre progresiva y suave para no poner la salud en peligro.

P. A la hora de seguir un plan dietético adecuado, ¿hay algún alimento prohibido para lograr obtener resultados?

R. Nuestro cuerpo necesita para funcionar 3 grandes grupos de nutrientes: carbohidratos, proteínas y grasas. Es un error suprimir de la dieta los alimentos con grasa para lograr perder la que nos sobra. De hecho, el cuerpo necesita ácidos grasos esenciales, es decir, unas grasas imprescindibles que se obtienen a partir de los alimentos y regulan, entre otros, el funcionamiento de nuestro sistema hormonal. Teóricamente, el único grupo de nutrientes prescindible serían los carbohidratos. Ahora bien, son el combustible que permite funcionar al organismo a pleno rendimiento por ser su fuente energética principal, por lo que yo no recomiendo suprimirlos. La clave no está en eliminar ningún nutriente, sino en seleccionar bien qué comer para seguir una dieta equilibrada.

P. En sus redes asegura que seguir una dieta flexible es totalmente compatible con lograr un cuerpo ‘fit’. ¿Cómo encajan 2 conceptos aparentemente tan opuestos?

R. Una dieta flexible implica dar libertad a la persona para comer ocasionalmente ciertos productos menos saludables y totalmente impensables en una dieta ‘limpia’ a base de pollo y brócoli. El ‘fitness’ va más allá de contar calorías y no solo yo defiendo cierta elasticidad en la dieta, sino que la evidencia científica también lo respalda desde finales de 2021. Al comparar los resultados entre seguir una dieta muy rígida frente a otra en la que las personas podían elegir ciertos alimentos, los estudios concluyen que la dieta flexible es mejor porque permite mantener una mayor masa muscular y una adherencia al plan dietético más duradera. Aprender a comer ayuda a entender que darse algún capricho esporádicamente no echa a perder los resultados de meses de trabajo.

P. A la hora de entrenar, ¿cuáles son los ejercicios más adecuados para mejorar la composición corporal?

R. Hay 2 tipos principales de entrenamiento: el ejercicio cardiovascular vulgarmente conocido como ‘cardio’ y el entrenamiento de fuerza basado fundamentalmente en el levantamiento de distintos pesos con mancuernas, barra, etc. Para aumentar masa muscular y lograr el cambio deseado en la composición corporal hay que someter al músculo a una tensión mecánica suficiente. Los ejercicios de fuerza son el método más eficaz para eso. Aunque no es estrictamente necesario, soy un defensor de hacer ‘cardio’ tanto por sus beneficios para la salud del corazón como por el impacto adicional que tiene en la quema de grasa. No obstante, hacer ejercicio cardiovascular no solo es posible pedaleando encima de una bicicleta o corriendo en una cinta. Moverse continuamente durante la jornada laboral, salir a caminar o sacar a pasear al perro también cuentan como ‘cardio’.

🎧Dónde realizar ejercicio nunca puede ser una excusa para saltarse el entrenamiento. Escuche a continuación lo que Bejarano opina en relación con el lugar adecuado para practicar ‘fitness’:

P. Imagine a una persona sedentaria y con sobrepeso. ¿Qué tipo de entrenamiento le recomendaría y con qué frecuencia?

R. Si una persona nunca ha hecho ejercicio, le recomendaría empezar por 3 días a la semana de entrenamiento de fuerza, con ejercicios de cuerpo completo. Añadiría un mínimo de entre 2,5 a 3 h semanales de ‘cardio’. Si a eso añadimos un plan de alimentación adaptado se pueden ver resultados relativamente rápido. Curiosamente, las personas no acostumbradas a ejercitar el cuerpo consiguen cambios antes que las ya habituadas a un ritmo de entrenamiento regular. La razón fundamental es que el cuerpo es más receptivo ante cualquier nuevo estímulo, por lo que el impacto final en la pérdida de grasa y la ganancia muscular es mayor.


“Aprender a comer ayuda a entender que un capricho esporádico no echa a perder los resultados de meses de trabajo”


P. A falta de pocos meses para que empiece el verano muchas personas inician la ‘operación bikini’ un poco antes para lucir tipo en bañador. ¿Es un objetivo alcanzable y realista?

R. Lo primero que quiero subrayar es que no existen las fórmulas milagrosas. El ansiado ‘cuerpo de playa’ requiere constancia y dedicación, con lo que hay que plantearse perder grasa de forma lenta y con una planificación en el calendario. Es lo más sensato y saludable para crear también unas rutinas de entrenamiento y nutrición sostenibles en el tiempo. Para ver resultados en julio mi recomendación nunca será empezar en mayo, sino empezar el proceso hoy asumiendo que el primer verano aún no veremos en el espejo el cuerpo soñado. Con constancia y una planificación adecuada seguramente al año siguiente ese cuerpo se parecerá más a lo que buscábamos y, al siguiente, todavía más.

📽Consulte aquí las 2 recomendaciones finales del entrevistado para no torcerse a lo largo del camino del ‘fitness’:

Marta Jorge

Estudiante de Periodismo en la UAO CEU